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Informe

La volatilidad desvía los fondos de los grandes patrimonios fuera de la Bolsa

La volatilidad y las fuertes pérdidas de los mercados bursátiles de todo el mundo ha motivado que los inversores con elevados patrimonios ( aquellos que superan el millón de dólares en activos financieros líquidos) desvien sus estrategias hacia inversiones alternativas, según se deduce del Informe sobre la Riqueza en el Mundo 2003, elaborado por Merrill Lynch y Cap Gemini Ernst & Young.

Así, el informe destaca que la situación de los mercados de renta variable ha modificado la forma de invertir de estos particulares hacia posiciones más conservadoras, que ya no se rigen tanto por la búsqueda de rentabilidad como por la preservación de su riqueza. Por ejemplo, los activos bajo gestión en 'hegde funds' se incrementaron un 8% en 2002, hasta alcanzar un total de 650 millones de dólares invertidos.

De esta forma, mientras que el porcentaje invertido en renta variable se redujo un 20% en 2002, las inversiones en renta fija aumentaron un 30% y las alternativas, un 10%. El 25% restante se mantuvo líquido o en depósitos.

Aumento de activos inmobiliarios

La necesidad de diversificar las inversiones provocó también un aumento del interés de los particulares con patrimonios elevados por los activos inmobiliarios, tanto en lo que se refiere a bienes en propiedad como a inversiones indirectas a través de fondos inmobiliarios. Además, también se ha registrado un crecimiento de las inversiones en productos de lujo. Así, las casas de subastas registraron un incremento de las ventas en colecciones de arte mientras aumentó también la inversión en metales preciosos, como el platino y el oro.

Aumenta la riqueza en el mundo

Por otro lado, según este informe, el número de particulares con elevados patrimonios en todo el mundo, creció en 2002 un 2,1%, lo cual supone un aumento de unas 200.000 personas, que se suman a los 7,3 millones que ya había. En conjunto, su riqueza aumentó aproximadamente un 3,6%, hasta alcanzar los 27,2 billones de dólares (25,9 billones de euros), a pesar de las caídas de los mercados bursátiles y gracias a la diversificación de las carteras.

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