Berlusconi niega haber sobornado un día antes de conseguir inmunidad
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, rechazó ayer los cargos por los que se le juzga en el tribunal de Milán un día antes de que el Parlamento apruebe una ley que le dará inmunidad.
'No hay evidencia, ni prueba ni testimonio y no hay móvil', dijo Berlusconi, y criticó que se le estén echando 'toneladas de fango'.
El primer ministro italiano está acusado de sobornar a los jueces para bloquear en los años ochenta la venta de la compañía alimentaria pública SME al empresario rival Carlo de Benedetti.
Pero el de ayer fue el último testimonio de Berlusconi, pues el juicio quedará congelado si el Parlamento aprueba hoy, como está previsto, una ley que le da inmunidad mientras ocupe el cargo de primer ministro, es decir, hasta 2006. La ley permite a los magistrados investigar acusaciones contra las cinco más altas personalidades de la Administración, incluidos el primer ministro y el presidente, pero no puede llevarlos a juicio.
La nueva legislación se aprobará en tiempo récord debido a que se quiere que entre en efecto antes de que Italia tome el relevo de la presidencia europea, hecho que se consumará el 1 de julio.
Berlusconi testificó ayer bajo la modalidad de declaraciones espontáneas, que le permiten hablar sin ser interrogado por la fiscalía. Expresó su perplejidad por el proceso y por la 'partisana atención de la fiscalía' de Milán, en referencia a que su grupo Fininvest ha sido objeto a lo largo de los años de 82 procedimientos judiciales y 1.600 audiencias, con 93 ejecutivos investigados.