Madrid y Barcelona, entre las capitales más baratas
Madrid, Barcelona y Lisboa son las ciudades europeas con el coste de vida más bajo, según un estudio de Mercer HR Consulting, que señala que la revalorización del euro en los últimos meses ha encarecido el coste de la vida en las grandes ciudades europeas. Si bien estas ciudades se encuentran entre las que más puestos escalaron en el ranking de las más caras.
La capital española ha subido del puesto 117 al 86 en el ranking de precios de las 144 ciudades más caras del mundo, lo que la convierte en la segunda capital de Europa más barata, sólo superada por Lisboa, según las conclusiones del estudio tras consultar los precios de más de 200 productos y servicios, como la vivienda, la ropa, el transporte, el ocio, los muebles y los electrodomésticos.
En concreto, mientras que en Madrid un café cuesta una media de 1,7 euros, en Copenhague asciende a 3,77 euros, en Viena a 3,1 euros, en Atenas a 3,5 euros y en Bruselas a tres euros. En esta misma línea, una cerveza de 33 centilitros cuesta en Madrid 0,41 euros, frente a 1,22 euros de Londres, 1,32 euros en Dublín o 1,43 euros en Estocolmo.
Barcelona, más cara
Barcelona, con unos precios prácticamente idénticos a los de Madrid, ha pasado de ocupar el puesto 115 en 2002 al 81 en el ranking de las ciudades más caras de 2003 -cinco puestos por encima del que ocupa la capital española-, como consecuencia de la revalorización del euro.
Del estudio se desprende que Tokio se ha convertido en la ciudad más cara del mundo, arrebatando este puesto a Hong Kong. Así, la capital japonesa es tres veces y media más cara que Asunción (Paraguay), que sustituye a Johanesburgo (Sudáfrica) como la ciudad con el menor coste de la vida.
Moscú (2), Ginebra (6) y Londres (7) son las tres ciudades más caras del continente europeo, donde la revalorización del euro y del resto de monedas locales frente al dólar, la alta inflación y la recesión económica han provocado un aumento general del coste de la vida.
Dos millones de residencias en seis años
Los promotores inmobiliarios madrileños aseguran que es imposible decir en cuánto está sobrevalorado el mercado de la vivienda, 'en el caso de que lo estuviera'. Tienen claro que si los cambios en la composición de los hogares siguen en la misma senda hará falta construir dos millones de nuevas viviendas en seis años. Otra cosa sobre la que no dudan es que 'el precio de la vivienda no bajará, aunque a medio plazo su aumento no será tan espectacular'.El presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, explicó ayer que 'mientras las condiciones de financiación y la falta de activos alternativos atractivos sean cómplices', la vivienda seguirá subiendo. Si bien apuntó que la revalorización de los índices bursátiles hace vislumbrar la aparición alternativas de inversión, lo que podría redundar en la moderación de la subida de precios. Para los promotores, lo ideal es que la vivienda crezca uno o dos punto más que el IPC. Para ello, la solución pasa por liberar más suelo, eliminar los frenos a los planes urbanísticos e incrementar los incentivos fiscales al alquiler en detrimento de los actuales a la compra de vivienda.