El PSOE expulsa al presunto 'cerebro' de la trama conspirativa
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, anunció ayer la expulsión del partido de José Luis Balbás, líder de la corriente Renovadores por la Base a la que pertenecían Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los dos ex diputados socialistas que han dejado la Asamblea de Madrid en manos del PP y a Rafael Simancas sin apenas posibilidades de acceder al Gobierno regional.
Blanco mantuvo ayer que Balbás estaba al tanto de las intenciones de Tamayo y Sáez y no hizo nada para impedirlo. Los servicios jurídicos del PSOE trabajaban anoche en el escrito que se proponen presentar ante la fiscalía y que, según Blanco, contiene 'numerosas informaciones' sobre los 'instigadores' del comportamiento de los dos diputados. En su opinión, 'todo apunta' a la existencia de una 'trama inmobiliaria de extraordinaria importancia'.
Balbás advirtió ayer que iniciará acciones legales contra quienes le han acusado de formar parte de la trama conspirativa y aseguró que carece de complicidad alguna en la misma. Según su versión, se limitó a mediar entre Eduardo Tamayo y José Blanco, a petición de éste último, cuando se conoció que el primero, junto a su compañera de escaño María Teresa Sáez, podía dejar en minoría al Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid. El propio Blanco mantuvo una reunión con Tamayo la víspera en la que saltó el escándalo, sobre la que hay versiones enfrentadas dentro del PSOE.
La amistad entre ambos deriva del 35º Congreso del PSOE, en el que José Luis Rodríguez Zapatero salió elegido secretario general. En dicho cónclave, la corriente de Renovadores por la Base acudió bajo la candidatura de la guerrista Matilde Fernández, aunque terminó apoyando a Zapatero.
Con posterioridad a este congreso, este grupo de presión actuó dentro de la FSM para intentar copar parcelas de poder relacionadas con el urbanismo, objetivo que logró en algunos ayuntamientos bajo gestión socialista.