El BCE exige duros recortes de gasto a seis países de la zona euro
El Banco Central Europeo (BCE) lanzó ayer un duro mensaje a los Estados miembros de la zona euro para que no descuiden sus objetivos presupuestarios, en un momento como el actual, clave para apuntalar el crecimiento económico en el área.
La alerta se dirige especialmente a los países que están teniendo problemas para cuadrar sus cuentas públicas. La autoridad monetaria con sede en Fráncfort avisa que el grueso de los ajustes presupuestarios no cumple con los esfuerzos de saneamiento necesarios, 'por lo que las actuales estrategias corren el riesgo de fracasar'.
El BCE clama por 'medidas decididas' en la estructura y volumen del gasto público. 'La corrección de la expansión del gasto público conduciría finalmente a la creación de mayor margen de maniobra para afrontar las presiones que el envejecimiento de la población generará (en pocos años), y para posibilitar futuros recortes impositivos', indica en su último boletín mensual hecho público ayer.
Sólo Alemania tiene programado llevar a cabo el ajuste requerido, y aun así, este año volverá a sobrepasar el límite de déficit fiscal permitido (3% del PIB). Por otro lado, 'los esfuerzos planeados en Francia, Italia y Portugal no satisfacen las exigencias, conforme el procedimiento de déficit excesivo', admite. A ello se suman Portugal e Italia, países que continuarán haciendo uso de medidas transitorias que 'no propician un saneamiento duradero'. El banco central considera que ninguno de estos cuatro países está realizando progresos suficientes en el terreno de las reformas fiscales.
A su juicio, resulta imperativo que estos países multipliquen sus esfuerzos para avanzar en el saneamiento presupuestario. Es más, entiende que cualquier crecimiento económico superior al previsto debería utilizarse para acelerar la reducción de los déficit.
Existe también cierta preocupación por que al menos en uno de los años del bienio 2003-2004 alguno de los demás Estados miembros no alcance una situación presupuestaría cercana al equilibrio. El BCE apunta hacia Austria y Holanda.
Aunque se espera que Austria adopte en 2003 medidas de saneamiento, los recortes impositivos programados para los años siguientes 'podrían dar como resultado la reaparición de desequilibrios fiscales' en caso de que dichos recortes no vayan acompañados de una contención suficiente del gasto.
Por otra parte, el banco prevé que Holanda registre desequilibrios en 2004, a menos que no se adopten con rapidez nuevas medidas de saneamiento. Y Grecia no logrará un saneamiento presupuestario suficiente durante 2003. Al contar con una ratio de deuda pública muy elevada, los esfuerzos de ajuste de Grecia 'deberían situarse por encima del mínimo exigido (0,5% del PIB)'.
La situación fiscal también cuenta con puntos positivos. La entidad reconoce que cerca de la mitad de los países del área (entre ellos España) sí registrarán unas situaciones presupuestarias saneadas durante 2003 y 2004. En su opinión, estos países deberían permitir el funcionamiento pleno de los llamados 'estabilizadores automáticos'. Dicho de otra forma, permitir un cierto déficit (mayor gasto) si ello es necesario para ayudar al crecimiento económico.
Rebaja del crecimiento previsto para 2003
La debilidad de la demanda interna en el primer semestre del año ha llevado al BCE a revisar ayer a la baja las previsiones de crecimiento económico para la zona euro realizadas hace sólo seis meses.En diciembre, antes de la guerra de Irak, la institución estimaba que el PIB del área crecería en 2003 en un entorno situado entre 1,3% y 2,3%. Ahora en junio, con Alemania en recesión técnica, e Italia, Francia y Holanda con graves problemas de crecimiento, ha rebajado en más de medio punto sus estimaciones, Las nuevas proyecciones reflejan un crecimiento medio entre el 0,4% y el 1% en 2003. Para 2004 se produciría una ligera reactivación fruto de la mejora de la confianza de consumidores y empresarios, llevando el PIB por encima del 1%. La inflación, por su parte, se mantiene controlado, en torno al 2%.