Los particulares europeos podrán elegir suministrador de luz y gas en 2007
La Eurocámara dio así un paso decisivo en la liberalización de los mercados eléctrico y del gas al establecer que antes del 1 de julio de 2004 los consumidores no domésticos tendrán libertad para elegir sus proveedores, en tanto que la fecha máxima para liberalizar el servicio para los usuarios residenciales es el 1 de julio de 2007.
Los eurodiputados habían propuesto, en primera lectura, la liberalización para los consumidores no domésticos en 2003 y la apertura total en 2005, aunque modificaron su posición. Con el nuevo texto, la apertura de los mercados será progresiva, pero completa para el año 2007.
En España la apertura de los mercados eléctrico y gasístico es completa desde el pasado 1 de enero, pero la fijación de un calendario común permitirá armonizar los procesos de liberalización de los distintos países comunitarios y terminar con las 'asimetrías' denunciadas tanto por las empresas energéticas como por el Gobierno español.
La liberalización de la energía llega más tarde que la de otros sectores que cumplieron el objetivo, definido en 1985, de crear un mercado europeo único sin fronteras para 1992. En todo caso, el retraso se combatió hasta hoy con un par de directivas, aprobadas en 1996 y 1998, que entraron en vigor entre 1999 y 2000.
En concreto, la aplicación de la directiva comunitaria favoreció una bajada de alrededor del 20% en los precios para los grandes consumidores en casi todos los países y, sobre todo, en los que contaban con un mercado liberalizado. La situación actual en España muestra un mercado de la electricidad liberalizado en un 54%, y un 72% en el caso del gas, unos niveles ligeramente por debajo de la media de la Unión Europea.
Nuevas reglas
Según lo aprobado ayer, los Estados miembros deberán establecer una autoridad reguladora con competencias mínimas armonizadas, con el fin de velar por la ausencia de discriminación y por un funcionamiento eficaz del mercado.
El acuerdo incluye igualmente obligaciones de 'servicio universal' para clientes residenciales, aunque si el Estado miembro lo considera conveniente pueden extender esa garantía para las empresas 'pequeñas', definidas como aquellas con menos de 50 empleados o una cifra de negocios anual inferior a 10 millones de euros.
El derecho a 'servicio universal' implica el 'derecho a suministro de electricidad de una calidad determinada a precios razonables'.
Transparencia
En la nueva legislación comunitaria desaparece la posibilidad de acceso negociado a las redes y se obliga a la separación jurídica de los gestores de la red respecto a otras partes de la empresa.
El texto trata de dotar de transparencia al nuevo mercado único y para ello incluye innovaciones en la información que ofrecen las facturas y en la creación de autoridades reguladoras.
Así, será obligatorio que los suministradores informen con transparencia a los clientes en las facturas, que deberán ser fácilmente comparables para el usuario y contener aspectos medioambientales como la participación de cada fuente energética.
Además, para garantizar que el proceso liberalizador se lleva a cabo sin abusos, tanto en el mercado del gas como en el de la electricidad se crearán autoridades reguladoras que velarán por la ausencia de discriminación y por un funcionamiento eficaz del mercado.
La comisaria europea de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, dijo que estas medidas 'van a favorecer sobre todo a las empresas situadas en países que no han hecho todavía la liberalización'.