El paro de controladores anula el 80% de los vuelos en Francia
El transporte aéreo fue el sector más perturbado durante la jornada de huelga que protagonizó ayer el sector público por la reforma de pensiones lanzada por el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin. El 80% de los vuelos con salida o llegada a Francia fue anulado por el paro de los controladores aéreos, que podrían prolongar la huelga hasta el jueves. Sin embargo, la compañía Air France pudo asegurar el 100% de vuelos de largo recorrido y al menos el 35% en los cortos.
La protesta masiva, que aglutinó en las calles a 1.500.000 personas, según fuentes sindicales, y a 400.000, según fuentes policiales, estuvo acompañada de paros en 55 ciudades en el transporte urbano, Correos, France Télécom, EDF-GDF, hospitales y el sector del libro, cuyo paro dejó a los franceses sin periódicos nacionales y sin varios regionales.
La educación nacional protagonizó su décimo día de huelga, con una participación del 22,3% al 47,8%, el mismo nivel de malestar que en movilizaciones anteriores, a pesar del guiño del Gobierno de aplazar el proyecto de descentralización hasta septiembre. 'De nada sirve que tengamos que volver a salir más tarde a la calle', aseguraba un profesor en una escuela en París.
Raffarin, inflexible
La protesta de ayer, la séptima en cinco meses y que podría prolongarse a lo largo de esta semana, no tuvo el efecto esperado, la reapertura de las negociaciones entre Gobierno y sindicatos sobre la reforma de las pensiones, cuyo eje se basa en el aumento del periodo de cotización a 40 años en 2008 y hasta 42 años a partir de 2020. El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, insistió en su 'firmeza y determinación' para llevar a cabo 'la reforma del Estado' necesaria para afrontar el envejecimiento de la población.
Por su parte, el presidente, Jacques Chirac, aprovechó la tribuna que le brindaba la cumbre de los países más ricos del mundo, reunidos ayer en Evian, para lanzar a su equipo un mensaje de 'determinación y diálogo' con el que afrontar las 'necesarias reformas' avaladas por el G-8, que se comprometió a llevarlas a cabo en la sanidad y en los sistemas de pensiones para sanear sus maltrechas economías.
Por otro lado, Austria vivió su jornada de huelga nacional más importante de los últimos 50 años, la tercera en menos de un mes, en una movilización sin precedentes contra la reforma del régimen de las pensiones que pretende aplicar el Gobierno.
La huelga de hoy afectó, sobre todo, al sector privado, y los paros laborales fueron más largos, según certificó la confederación austriaca de sindicatos, que cuenta con 1,4 millones de afiliados.
Los trenes de pasajeros dejaron de funcionar desde la una de la madrugada, los transportes públicos de las grandes ciudades estuvieron paralizados, al igual que el correo, las escuelas y las universidades. Los policías, los jueces y procuradores han cumplido los servicios mínimos y únicamente el transporte aéreo no se ha visto afectado por los paros.