BT busca su lugar en el mercado
La crisis ha obligado al ex monopolio británico a una profunda cura de humildad y a olvidar sus sueños de convertirse en un operador global de las telecomunicaciones. Hoy, tras una radical reestructuración, en la que ha tenido que deshacerse de la mayor parte de sus negocios internacionales, esta compañía intenta reinventarse en un entorno cada vez más feroz, en el que nuevos competidores están atacando incluso en negocios tradicionales como el de telefonía fija.
En pleno boom de las telecomunicaciones, BT fue parte activa en alianzas mundiales como la fallida Concert, adquirió compañías a precios totalmente absurdos, se hizo con participaciones en negocios de telefonía fija en países tan lejanos como Japón y pagó una suma astronómica por hacerse con una licencia de telefonía móvil de tercera generación. Todo ello dejó a esta firma con una desmesurada deuda de 30.000 millones de libras (42.200 millones de euros).
El férreo plan de reestructuración impuesto por Ben Verwaayen, consejero delegado de la firma desde hace un año, ha dado sus frutos. Hoy BT, con sus cuentas más saneadas, una deuda que se ha recortado hasta los 13.500 millones de euros y un tamaño mucho más reducido, se enfrenta al desafío de defender los negocios que le quedan, crear nuevas oportunidades y definir qué tipo de compañía quiere ser.
Cambio de imagen
BT está intentando desesperadamente convertirse en una empresa moderna, suministradora de servicios avanzados de telecomunicaciones como Internet de banda ancha y de telefonía móvil.
La veterana firma quiere desligarse de su imagen de proveedor de telefonía fija y recientemente cambió su viejo logo con su popular flautista danzante por otro más abstracto y conceptual que pretende representar un mundo conectado.Pero por mucho que le pese, la telefonía fija sigue siendo el núcleo duro del negocio de BT. La empresa acaba de dar a conocer los resultados de su último ejercicio fiscal, con una facturación que creció tan sólo un 2%, hasta 18.727 millones de libras, 26.338 millones de euros, debido a la caída de los precios en el mercado de las telecomunicaciones y la creciente pujanza de la telefonía móvil.
En la presentación de los resultados, los analistas cuestionaron el crecimiento que podrá generar el antiguo monopolio en un negocio en el que nuevos rivales atacan cada vez por más flancos.
Karen Roberston, de Standard Life Investment, se preguntaba, por ejemplo, sobre el impacto que tendrá la entrada en el negocio de telefonía fija residencial británica de compañías de distribución como Tesco o Carphone Warehouse.
Además, el regulador británico de las telecomunicaciones (Oftel) va a obligar a BT a suministrar a los rivales a los que alquila líneas de interconexión una aplicación que les permita ofrecer una factura telefónica separada por primera vez. Hasta ahora los clientes que contrataban sus servicios de telefonía fija con operadoras alternativas tenían que seguir pagando por el alquiler de la línea a BT.
Algunos competidores como Centrica Telecoms, que ofrece servicios de telecomunicaciones bajo la marca OneTel, y British Gas, señalan que este cambio será el mayor incentivo para muchos clientes que pensaban abandonar BT. Sin embargo, algunos analistas opinan que serán pocos los usuarios residenciales que se decidan a cambiar a otras operadoras. 'Los precios de telefonía fija son tan bajos que no va a merecer la pena la molestia', señalan.
Regreso al móvil
Otra de las actividades en las que BT está a punto de perder el monopolio es el de su número de información telefónica 192. El próximo mes de agosto este número será desconectado y los consumidores podrán elegir entre uno nuevo de BT y los de una docena de nuevos contendientes.
Pero BT no se está quedando sentada ante estas amenazas y ya ha puesto su poderosa maquinaria de marketing a funcionar. Además tiene preparada una nueva batería de iniciativas como la vuelta al mercado de la telefonía móvil, un año y medio después de la segregación y salida a Bolsa de su ex filial Mmo2. El grupo planea volver al negocio del móvil.
El suministro de servicios de Internet de banda ancha es una de las estrategias más queridas de Verwaayen. Y la compañía está logrando notables crecimientos en este segmento con agresivas campañas y de guerra de precios.
BT cuenta con cerca de un millón de clientes en Internet de alta velocidad y su objetivo es lograr los cinco millones en 2006 y una facturación de 700 millones de euros.
Los críticos de las aventuras de BT en nuevos servicios señalan que por mucha relevancia que se quiera dar a estas iniciativas, sólo suponen un pequeño porcentaje del negocio total de BT. Pero la compañía se niega a quedarse relegada a la grisura del negocio de telefonía fija.
Nuevo intento en telefonía móvil
BT está preparando una campaña multimillonaria en los meses de verano para preparar su reentrada en el negocio de la telefonía móvil que abandonó hace un año y medio tras segregar su filial de móviles BT Wireless, ahora llamada Mmo2.Hasta el momento BT no ha desvelado el modelo de negocio que seguirá, aunque sí ha dicho que espera ganar cientos de miles de clientes en su primer año. Algunos analistas especulan con que la firma podría reproducir una iniciativa que se ha puesto de moda entre las baby bells regionales en EE UU y que consiste en la oferta de paquetes que incluyen servicios móviles, fijos y de banda ancha.Pierre Danon, consejero delegado de BT Retail, reconoce que su firma está estudiando ofrecer a sus clientes facturas combinadas para los servicios fijos y móviles, así como vales con minutos que se podrán utilizar en cualquiera de los dos servicios.Vodafone también consideró la posibilidad de llegar a acuerdos con operadores locales para ofrecer servicios mixtos, pero al final rechazó la idea.Otra compañía europea que está explorando en este campo es Orange, la filial de móviles de France Télécom, que planea suministrar servicios combinados de fijo y móvil a sus clientes. Para ello tendría que negociar con operadoras, y en Reino Unido, BT podría ser el candidato ideal, dicen los analistas.En esta nueva línea de negocio híbrida, BT estaría en una posición privilegiada para suministrar servicios que ofrezcan la triple vertiente de telefonía fija, móvil y banda ancha, opinan los expertos.