Alianza bursátil en Europa
La noticia de los últimos días en el sector bursátil ha sido la propuesta de fusión entre las Bolsas de Estocolmo (OM) y Helsinki (HEX), que de hacerse realidad las convertiría en el mercado hegemónico en la zona nórdica (con un 80% de la negociación) y en la báltica (con un 75%). A nivel europeo, este mercado pasaría a ocupar el séptimo puesto en contado, por detrás de la Bolsa de Londres, Euronext, la Bolsa alemana, la española (BME), la italiana y la suiza, y en derivados pasarían a ser los terceros, ganando a Liffe y al mercado español.
Las condiciones de la fusión requieren de un 90% de aceptación por parte de los accionistas para que salga adelante, y estos recibirán 2,5 acciones del mercado resultante por cada acción originaria. El folleto de la fusión estará disponible a finales de junio, y el periodo de aceptación expira a finales del próximo mes de agosto.
El grupo OM tiene mayor tamaño y posicionamiento internacional que el grupo HEX, y a través de su alianza ambos pretenden aprovechar valores culturales comunes en la región, así como beneficiar a todos los participantes del mercado, de la manera siguiente:
Accionistas: Rentabilizar las sinergias existentes tanto por el lado de la oferta como de la demanda.
Miembros: Mayor liquidez, mercados armonizados, acceso más eficiente, más servicios a menos coste y posibilidad de crear nuevos productos.
Emisores. Mayor número de miembros, liquidez, captar la atención internacional y conseguir nuevos segmentos de inversores.
Inversores: Mejor acceso, más liquidez, más oferta para los clientes y posibilidad de negociar productos nuevos.
Esta operación confirma el entusiasmo, el dinamismo y la claridad estratégica de uno de los mercados financieros más joven, pero también más ambicioso, de la vieja Europa. Mercado que en su día lanzó una opa hostil sobre la Bolsa de Londres (mucho mayor en tamaño) que lograron parar los británicos mediante el consenso de sus accionistas minoritarios.
De llegar a buen puerto, la fusión de las Bolsas de Estocolmo y Helsinki significaría que se van aproximando posiciones en los primeros puestos del ranking europeo de mercados financieros, con Euronext y OM como piezas más activas en el ajedrez bursátil. La apuesta decidida de ambos mercados por la inversión tecnológica y la competitividad en costes ha hecho ponerse las pilas a más de una Bolsa. Los mercados financieros europeos descubrieron, de forma más o menos dolorosa, que la internacionalización y desintermediación del sector les obligaba a luchar por mantener su mercado doméstico y optar por una cuota en la confianza del internacional.
En cuanto a propuestas anteriores de alianzas europeas, podemos hacer recuento, de forma resumida, de la fallida alianza entre las Bolsas de Londres y alemana, o la propuesta de Bolsa europea que se suponía iban a suscribir 10 mercados diferentes. En agudo contraste, Euronext (seguro, y pasito a pasito) ha ido anexionando a la Bolsa francesa, sucesivamente, la holandesa, la belga, las portuguesas y el mercado Liffe, todas con éxito.
El tiempo dirá cuántas Bolsas se mantienen de forma activa en este continente, pero hasta entonces la optimización del servicio a miembros, emisores e inversores marcará la pauta, y en este sentido, aunque se ha mejorado ostensiblemente, en algunos países todavía quedan temas por resolver. El Plan de Acción de Servicios Financieros avanza rápido, pero la directiva comunitaria de opas, a modo de ejemplo, continúa siendo un duro caballo de batalla.