El G-8 intenta restablecer la confianza global de inversores y consumidores
La reunión del G-8 empezó ayer con el muy esperado apretón de manos de los presidentes Bush y Chirac, quienes no se veían desde el pasado noviembre en la sede del Consejo de Naciones Unidas (ONU), cuando Francia se negó a dar luz verde a una guerra en Irak que consideraba 'ilegítima'.
Pasada la tempestad, con amenazas comerciales a los productos galos incluidas, la calma llega un tanto mermada. Ambos dirigentes siguen considerando sus puntos de vista 'intactos', y Chirac asegura que 'una guerra que carece de legitimidad no la recupera cuando se gana'. Por su parte, Estados Unidos no entiende que Francia 'considerara más peligroso EE UU que Sadam Husein', según declaró al diario Le Monde su secretaria para la Seguridad Nacional, Condolezza Rice.
Los dos líderes se reunirán hoy para hablar sobre la reconstrucción en Irak, pero el encuentro será breve porque Bush abandonará Evian a mediodía para dirigirse a Oriente Próximo.
Países emergentes
Además de para restablecer los maltrechos lazos transatlánticos, la cumbre servirá para escuchar la voz de los países emergentes.
Francia ha logrado llevar a la cumbre su máxima prioridad: una mayor atención hacia los países del sur, en concreto Africa. Es la primera vez, desde que los países más ricos del mundo se réunen para discutir de la marcha de sus economías, que 13 países emergentes acuden a dar sus puntos de vista y lanzar propuestas sobre el futuro, como la que hará el presidente brasileño, Luis Inacio Lula Da Silva, de crear un fondo mundial contra la pobreza. Además de Brasil, los líderes de Mexico, China, Egipto, Argelia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica, Marruecos, Malasia y Arabaia Saudí participarán en los debates, que tendrán lugar hasta el martes.
Acorde con el nuevo orden 'multipolar' defendido por el presidente francés Jacques Chirac, quien preside este año los encuentros del G8, 'es necesario dar voz a países como China o India, otros polos'. La ayuda a los países emergentes es además la mejor manera de 'combatir el terrorismo, el contrabando, el narcotráfico y el crimen organizado', según el presidente brasileño.
Dicha ayuda se centrará en crear condiciones de comercio más justas, y el mayor destinatario será Africa, a través del Nuevo Acuerdo de Asociación para el Desarrollo de Africa, NEPAD (por sus siglas en inglés).
Ayudas agrícolas y dólar
El capítulo más espinoso en esta dirección será sin duda la disminución de ayudas agrícolas en los países desarrollados, un dossier delicado, que Francia dice estar dispuesta a revisar para sacar adelante el ciclo de Doha impulsado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), y lograr avanzar en la liberalización del comercio mundial.
El presidente francés aclaró, eso sí, que Europa no es la 'única que debe llevar el peso de la negociaciacion'.
La reunión se extenderá a la seguridad financiera y, aunque los tipos de cambio y el declive del dólar no han sido incluidos oficialmente en la agenda, Francia dijo 'no excluirlos' de las discusiones.