Commerzbank suprimirá 3.100 empleos para volver a beneficios
Commerzbank, cuarto banco alemán, procederá a la supresión de 3.100 puestos de trabajo, 2.000 en Alemania y 1.100 fuera del país antes de que termine 2004, con la intención de retornar en primer lugar a beneficios en 2003, después de haber acusado el año pasado la primera pérdida de su historia, según señaló hoy su presidente, Klaus Peter-Mueller.
El banco alemán, que registró una pérdida neta de 298 millones de euros en 2002, continuará desarrollando en el futuro su objetivo prioritario: reducir costes. Este nuevo recorte de plantilla se enmarca entonces en la política de estricta disciplina de costes que está llevando a cabo la entidad en los dos últimos años. En el primer trimestre de 2003, Commerzbank obtuvo un beneficio neto de tres millones. Durante la junta general de accionistas de hoy, Peter-Mueller aseguró que la entidad no tiene previsto ningún proyecto de ampliación de capital.
Commerzbank está considerado el más frágil de los grandes bancos comerciales alemanes y ha suprimido en los dos últimos años un total de 7.400 empleos, alrededor del 20 por ciento de su plantilla. Con la medida anunciada hoy, el banco espera ahorrarse 688 millones de euros y, con ello, pretende impulsar el valor de las acciones, que sólo el último año perdieron la mitad de su valor en la Bolsa de Francfort. Además Peter-Mueller avanzó que la entidad venderá su filial de gestión de activos CAMI en Italia.
Por otra parte, el presidente del grupo anunció el salario que percibió el año pasado, que ascendió a 1,225 millones de euros. Una comisión gubernamental estableció el criterio de dar a conocer los sueldos de los dirigentes de las empresa dentro del código de buena conducta de la sociedades alemanas. Hasta el momento pocos directivos han aceptado revelar sus emolumentos, ya que, de las treinta empresas cotizadas en el índice estrella Dax, sólo siete han publicado los ingresos de sus presidentes. El máximo mandatario de Deutsche Bank, Josef Ackermann, es por el momento el presidente mejor pagado, con un salario de cerca de siete millones.