Un fallo condena a BBV por dar mal consejo fiscal
Corría el año 1988 y la empresa Rimobel, dedicada a fabricar muebles, vendió unos pagarés del Tesoro para, por indicación del entonces Banco Bilbao Vizcaya (hoy BBVA), adquirir cesiones de crédito. De la información fiscal que dio BBV se deducía que estas cesiones de crédito eran tan opacas fiscalmente como los pagarés. Pero no era así y Hacienda reclamó impuestos a Rimobel.
Tras una demanda interpuesta por la empresa contra BBV, el Tribunal Supremo confirma ahora que el banco 'facilitando al cliente una información inexacta y no contrastada acerca del régimen fiscal aplicable a las cesiones de crédito, defraudó la confianza del cliente y dio lugar a que se perdiera la situación de opacidad fiscal de que disfrutaban los pagarés del Tesoro que tenía suscritos'.
El Tribunal Supremo, condena así, en una sentencia del pasado mes de enero, a BBV a indemnizar a Rimobel con un total de 277.174,55 euros. Esta cantidad es la mitad de lo que la empresa demandaba en función de los impuestos pagados. Pero, según el tribunal, 'ha de apreciarse una conducta igualmente negligente a la sociedad demandante'.
Asesores fiscales
Para el Supremo, la conducta de los administradores de la sociedad tampoco se adecuó a la diligencia debida porque tomaron la decisión de invertir en cesión de créditos utilizando sólo la información 'no contrastada que le facilitaron los empleados de la oficina bancaria, sin acudir ... al asesoramiento de expertos fiscales externos que hubiesen podido ponerle de manifiesto el correcto trato fiscal'.
En opinión de Abelardo Delgado, socio de Garrigues, 'esta sentencia viene a reafirmar la responsabilidad civil a la que están sometidos tanto la banca como los profesionales por los daños que causen en su actividad, en este caso de asesoramiento'. Para Delgado, lo que resulta curioso de la sentencia, a la que califica de 'precedente para la banca', es que el tribunal considere un daño indemnizable el pago de impuestos a los que tiene que hacer frente la empresa.
La sentencia, al estimar un motivo del recurso, viene a reconocer que BBV no informó al cliente 'maliciosamente, ni antes ni después de formalizar la cesión, de que Hacienda no compartía los criterios utilizados por el banco para captar la inversión de capitales y le venía reclamando las listas de inversores ..., información que hubiera debido ofrecer', matiza el texto de la sentencia.