Morgan ataca con una denuncia a LVMH por acusarle de análisis engañoso
Hace dos meses comenzó en París uno de los juicios más sonados de los últimos años entre un banco de inversión y una compañía que se sentía perjudicada por los informes de análisis emitidos por esa entidad. En el banquillo de los acusados, el gigante financiero estadounidense Morgan Stanley. En la parte acusadora, LVMH, el mayor fabricante europeo de artículos de lujo, propietario de las marcas Louis Vuitton o Moët, entre otras.
Ayer era el turno de defensa del banco de inversión y éste decidió responder a las acusaciones vertidas por la francesa con otra demanda. Morgan Stanley pide una indemnización de 10 millones de euros al entender que las acusaciones de LVMH son 'falsas y abusivas'.
El culebrón entre LVMH y Morgan Stanley comenzó a finales del año pasado, cuando el fabricante de lujo impuso una demanda contra el banco de inversión, al que le pedía 100 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. La firma francesa acusó a Morgan Stanley de emitir de forma deliberada informes de análisis negativos con el objetivo de beneficiar a un competidor, la italiana Gucci.
La demanda de la compañía francesa se apoyaba en las relaciones que mantenían Morgan Stanley y Gucci. De hecho, Morgan Stanley actuó como asegurador en la oferta pública de venta (OPV) que la compañía italiana realizó desde 1995 y desde entonces ha aconsejado la compañía.
LVMH compite con Gucci en la venta de ropa y complementos de lujo. La rivalidad entre ambas se intensificó a mediados de 2001 después de que la firma francesa abandonara sus esfuerzos por hacerse con el control de la italiana y decidiera vender su participación en Gucci a Pinault Printemps Redoute, que fue finalmente la que se quedó con la italiana.
Mientras LVMH intentaba lanzar una oferta por Gucci -acción que se prolongó durante más de dos años, entre 1999 y 2001-, la analista de Morgan Stanley encargada del sector de bienes de lujo, Claire Kent, emitió una serie de comentarios negativos sobre la firma francesa que levantaron las sospechas de los directivos de LVMH. Kent describió el negocio de Louis Vuitton como maduro y aconsejó al inversor aplicar un descuento del 10% a la cotización de LVMH por 'mala gestión'.
El banco, por su parte, se defendió argumentando que Kent rebajó la recomendación de LVMH a neutral desde mejor que el mercado en mayo de 2000, solamente dos meses antes de que las acciones de LVMH alcanzasen su máximo histórico. Desde julio de 2000, los títulos de la francesa han caído un 56% en Bolsa. Asimismo, la compañía se ha visto en los últimos meses muy perjudicada por el virus de la neumonía atípica, ya que gran parte de sus ventas proceden de los mercados asiáticos.
El tribunal parisino que lleva el caso estableció ayer como fecha de la próxima vista el 15 de septiembre.