La cumbre del G-8 paraliza hasta los Rolex
Las manifestaciones contra la reunión del G-8, entre el 1 y 3 de junio, causarán a la economía de Ginebra pérdidas valoradas en 66 millones de euros, según la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad suiza. Incluso la relojera Rolex ha decidido cerrar sus fábricas por temor a que se cometan actos vandálicos.
A pesar de que la cumbre se celebra en el pueblo francés de Evian, el grueso de las personalidades que asisten a la cita se hospedarán en la ciudad suiza de Ginebra y es aquí donde se prevén las mayores protestas antiglobalización. La localidad francesa donde se encontrarán los jefes de Estado y de Gobierno de los siete países más industrializados y Rusia entre el domingo y el miércoles próximos se halla a escasos 45 kilómetros de Ginebra.
La Cámara de Comercio de la ciudad suiza ha calculado las millonarias pérdidas teniendo en cuenta la decisión de numerosos comercios de lujo, bancos y hasta del servicio de correos de cerrar durante la cumbre. Otros establecimientos, como los de comida rápida, también permanecerán cerrados.
Además, el organismo ha destacado el impacto de la inversión en medidas de seguridad que han tomado los comercios para prevenir los posibles efectos de actos violentos. 'Las empresas que cierren se verán obligadas a regalar unos días de vacaciones a sus empleados', no ha olvidado recordar Patrick Mayer, de la dirección del organismo. Precisamente ayer un grupo opositor a la cumbre reivindicó un atentado con explosivos cometido la noche del domingo contra la antigua Casa de la Moneda de Berna, que sólo causó daños materiales.
La principal manifestación tendrá lugar el domingo coincidiendo con la inauguración de la reunión. Rolex, principal empleador privado del cantón ginebrino, ha decidido cerrar las puertas de sus fábricas el viernes 30 de mayo, así como el lunes y martes siguientes.
Aviones no tripulados forman parte del dispositivo de seguridad organizado por el Gobierno francés. Entre 15.000 efectivos policiales franceses y otros 10.000 suizos estarán movilizados durante los días de reunión. El Ministerio de Defensa galo ha incluido misiles tierra-aire, helicópteros de combate y cazabombarderos entre los efectivos de seguridad.
La presencia del presidente de EE UU George Bush impulsará la presencia de entre 150.000 y 200.000 activistas en la zona, según cálculos de la organización. En una entrevista aparecida ayer en Financial Times el anfitrión de la cumbre, el presidente Jacques Chirac, señalaba que una guerra no adquiere legitimidad por haberse ganado. Quizá el alboroto de las calles acabe trasladándose a las reuniones de más alto nivel.