La inversión española cae un 28% por el repliegue de los grupos financieros
El repliegue de las entradas y salidas de capital a través de operaciones realizadas en sociedades holding, las llamadas Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE) ha sido el factor determinante del deterioro de los flujos de inversión exterior en España durante el año 2002, que se cerró con una caída del 28,2% en las inversiones netas de las empresas españolas en el exterior y del 7,8% para las extranjeras en España.
A pesar de este descenso, los datos provisionales del Registro de Inversiones Exteriores reflejan la importancia que la ETVE mantiene en el conjunto de los flujos de inversión exterior a los que aportan el 49,1% del total de las inversiones españolas y el 69,1% de las extranjeras en España, atraídas estas últimas por los incentivos fiscales que para este tipo de sociedades introdujo el Gobierno en la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos del Estado de 1997.
En conjunto, el importe de la inversión neta española en el exterior se elevó a 26.594,95 millones de euros en 2002, 10.442,8 millones menos que en el ejercicio precedente y menos de la mitad de los 48.476,97 millones de 2000.
El secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera, destacó que el descenso es 'especialmente significativo' en las inversiones efectuadas a través de las ETVE (-34,2%), y apuntó que el 28,2% de caída en la inversión neta española está en línea con las previsiones de la Unctad (el comité de la ONU para el comercio y el desarrollo) y es inferior a la media de 'los datos declarados por los seis principales países miembros de la UE (Alemania, Francia, Italia, Holanda y Reino Unido, además de España) que registran una caída del 37,5%'.
La UE y América Latina
La inversión bruta efectiva española en el exterior (sin contar las desinversiones) ascendió el año pasado a 37.472 millones de euros, con una reducción del 13% respecto a 2001. Los técnicos de Comercio justifican esta menor caída de la inversión bruta porque 'determinadas inversiones pasan de directas a indirectas, apareciendo como desinversiones netas en el exterior, cuando son meros cambios de dependencia en un mismo grupo', como ocurrió en el sector de telefonía móvil en Brasil y México'.
El 61,8% de la inversión neta española se dirigió a la Unión Europea, pese a caer un 38,8 % respecto al año anterior. Dentro de la UE, los principales receptores de capital español fueron Alemania, con el 21,89% del total, y Luxemburgo, con el 18%. El flujo inversor hacia América Latina descendió el 30,04%, destacando Argentina y México, con el 13,2% y el 4,18% del total, respectivamente.
Por sectores de actividad, y al margen de la ETVE, el 37,5% del capital español en el exterior se destinó a la industria química; el 29,6% a transporte y comunicaciones; manufacturas (15,7%) extracción petrolífera (8,5%); textil (6,6%) y comercio (6%).
Por lo que respecta a la inversión extranjera en España, se situaron en 25.978 millones de euros en valores netos, cifra inferior en el citado 7,82% a la de 2002, pero sensiblemente mejor que las caídas del 27% y 31% previstas por la Unctad para el total mundial y los países desarrollados, respectivamente.
Respecto a los países de origen, destaca la activa participación de las empresas de Estados Unidos, que aportaron el 53,6% del total del capital exterior neto recibido. La inversión neta procedente de la UE bajó el 55,1% y representó el 36,8% del total, con especial importancia de los Países Bajos, que contribuyen con una cuarta parte.
Por sectores de actividad, después de la inversión en ETVE, que se elevó a 17.953,4 millones (-8,1%) y que suponen el 69% del total, se situaron transporte y telecomunicaciones, con el 7,9%, banca y seguros (7,7%) e inmobiliaria y servicios (5,6%).
En valores brutos, las inversiones extranjeras directas en España en 2002 cayeron el 16,39%, hasta 28.558,46 millones de euros.
Comercio admite el deterioro de la competitividad
La Secretaría de Estado de Comercio admitió ayer el fuerte deterioro de la competitividad en precio de las exportaciones españolas que, tras caer un 2% en los mercados de la OCDE en 2002, ha vuelto a empeorar un 1,9% durante el primer trimestre de este año.Tras desvelar ayer Cinco Días los resultados de la competitividad exterior el año pasado, que el Gobierno no hizo públicos en su momento, el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera, se apresuró a adelantar los datos de este indicador entre enero y marzo, explicando que esta pérdida de competitividad es consecuencia, en un 75%, de la revalorización del euro, mientras que atribuyó el 25% restante al diferencial de inflación que España mantiene con la media de los países industrializados.En los mercados de la UE la competitividad vía precio de las exportaciones españolas empeoró el 1,5% por el efecto conjunto del diferencial de inflación y la apreciación del euro frente a monedas como la libra esterlina o la corona sueca.Respecto a los países de la Unión Monetaria Europea, donde no cuenta el efecto del tipo de cambio, el deterioro de la competitividad de los productos españoles se situó en el 1,1%, debido en su totalidad al peor comportamiento de los precios interiores.