El 24% de las empresas alemanas prevé llevar parte de su producción al exterior
La patronal justificó la tendencia de las empresas alemanas a trasladar sus plantas de producción al extranjero con el argumento de que los costes laborales en Alemania son demasiado elevados, con cargas fiscales y sociales muy pesadas para las empresas. La encuesta realizada por la Federación de Cámaras refleja que el porcentaje de empresas que planean el traslado es del 24%, frente al 21% de la encuesta hecha en 1999.
Un 45% de los encuestados atribuyó la decisión a los costes de trabajo, mientras que un 38% esgrimió como motivo la fuerte carga fiscal. Por sectores, es el textil el que refleja una mayor tendencia al traslado estratégico, prácticamente un 50% de las empresas del ramo planea llevar fuera su actividad. En el caso del sector de fabricantes de aparatos eléctricos, el porcentaje desciende al 40%, mientras que para el ámbito del automóvil la estadística baja al nivel del 30%.
Según la organización patronal, que ha preguntado a cerca de 10.000 empresas del sector, estos resultados son 'alarmantes'. Las empresas no proyectan únicamente transferir fuera de las fronteras sus actividades más caras desde el punto de vista del coste de la mano de obra, sino también parte de sus divisiones de Administración, los equipos de investigación y desarrollo, e incluso la sede de la empresa. Europa y Asia constituyen los destinos preferidos para las compañías alemanas. Por ejemplo, el fabricante de microprocesadores Infineon, número dos en Europa, es uno de estas empresas, ya que está estudiando externalizar su sede de Múnich al extranjero, probablemente en Suiza.
Pero la mudanza estratégica no afecta sólo a las grandes empresas, también la pequeña y media empresa se ve obligada a trasladarse al extranjero para poder mantener así su competitividad.
Si los planes reflejados en la encuesta se hacen realidad, las Cámaras calculan que en los próximos tres años las compañías germanas trasladarán anualmente a 50.000 trabajadores al extranjero.
La Federación de las Cámaras de Comercio también aprovechó para quejarse del alto nivel del euro. El presidente de las Cámaras, Martin Wansleben, afirmó que un tipo de 1,18 dólares por euro es 'perjudicial para los intereses alemanes y forzará un crecimiento nulo en 2003', desde una perspectiva 'optimista'. La crisis alemana redobla la presión sobre el BCE, que el próximo 5 de junio tendrá que decidir sobre los tipos de interés.
Clima empresarial
En medio de la avalancha de malos datos económicos que llega cada día a los ciudadanos, el instituto económico IFO confirmó ayer que la confianza de los empresarios mejoró inesperadamente en mayo, informa Paula Gil, desde Fráncfort. El índice de confianza empresarial avanzó este mes hasta los 87,6 puntos, frente a los 86,6 puntos de abril. El IFO, que elabora este índice mediante la realización de encuestas a unas 7.000 empresas, señaló que el avance se debió principalmente a la mejora de las ventas al por menor.
Gernot Nerb, economista jefe del Ifo, afirmó que los datos de ayer 'suponen un aumento de las posibilidades de recuperación' de la economía en la segunda mitad del año, aunque reconoció que, como la mayoría de los países de la zona euro, 'la situación económica de Alemania es débil'. El PIB del país retrocedió en el primer trimestre un 0,2%, situando a la primera economía de la zona euro al borde de la recesión. En una situación similar está Italia, mientras que Portugal y Holanda ya han entrado en recesión técnica.
El euro se acerca ahora a 1,19 dólares
El euro vivió ayer una nueva jornada en su, hasta ahora, imparable carrera alcista contra las principales monedas del mundo. Respecto al dólar, el euro llegó a cotizar a 1,1875 dólares, frente a los 1,1837 del cierre del viernes. Luego, la moneda única se moderó para situarse por debajo de ese límite. La frontera de 1,19 dólares se ve cada vez más cerca.El yen también alcanzó ayer su mínimo histórico frente al euro, que se cambió a 138,77 yenes frente a los 138,05 del viernes.No obstante, la cotización del yen se vio sacudida ayer por un terremoto que afectó a Tokio. En una valoración preliminar, el seísmo sólo provocó la interrupción de algunos servicios de comunicación y telefonía, así como el cierre temporal de un reactor nuclear. Sin embargo, el temblor de tierra fue suficiente para que los operadores ordenaran automáticamente la venta de yenes.El BCE cifró el tipo de cambio oficial en 1,1813 dólares por euro, lo que supone un nuevo récord en la corta historia de la moneda que comparten 12 países de la UE. Atendiendo a las referencias del banco central, el euro se ha apreciado un 29,5% en los últimos 12 meses.