El PP pierde 2,5 millones de votos desde las últimas legislativas
Las elecciones municipales del domingo fueron de ámbito nacional y, por tanto, las únicas que permiten medir la temperatura de las principales formaciones políticas y compararla con la que reflejaron cada una de ellas en las legislativas de 2000. En ambos casos acudieron a votar algo más de 23 millones de ciudadanos, el 68% de un censo que el pasado domingo aumentó en 600.000 personas con respecto a hace tres años. El balance es claro: el PP ha perdido 2,5 millones de votos, el PSOE gana 54.243 e Izquierda Unida desciende en 127.630 a escala nacional.
El desgaste del Partido Popular sólo se ve parcialmente amortiguado si se toman como referencia las elecciones locales celebradas en junio de 1999. En aquella cita logró 438.799 votos menos que el pasado domingo. Sin explicitar estos antecedentes, el secretario general del PP, Javier Arenas, llamó ayer la atención sobre la circunstancia de que su partido haya retenido más alcaldías importantes que el PSOE.
Arenas calificó de 'éxito 'rotundo' el fruto obtenido por su partido el domingo. El presidente del Gobierno ha demostrado, según el dirigente popular, que 'sigue siendo el político que más credibilidad y confianza despierta en los españoles'. La interpretación externa que hace el PP de los resultados del 25-M le sitúa 'en el mismo escenario' que antes de los comicios, lo que demuestra, a su juicio, que 'a través de la radicalización y de los intentos de desestabilización del adversario político no se ganan las elecciones en España'.
En la cúpula del PSOE también hay una corriente de autocrítica por los resultados obtenidos y no tanto porque se haya percibido cierto desgaste en plazas 'seguras' como Asturias o la ciudad de Barcelona, sino porque el balance tiene muy poco que ver con las expectativas levantadas durante la campaña por el secretario de organización, José Blanco, que han podido ayudar a movilizar a una parte del electorado del PP en batallas claves como, por ejemplo, la del Ayuntamiento de Madrid.
Pese a todo, el PSOE suma 676.511 votos más con respecto a los comicios municipales de 1999 y es el único partido de ámbito nacional que gana apoyos (54.243) si se toman como referencia las legislativas de marzo de 2000. El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de 'positivo' el resultado del domingo y, dentro de la prudencia a que le obligan éstos, mostró su convicción de que le colocan en mejor posición que antes para competir con éxito en las elecciones de 2004. Zapatero recordó que asumió la dirección del PSOE tras seis derrotas electorales consecutivas y ha obtenido 'una victoria' en este 'primer examen', por lo que afronta 'con buen pie y un muy buen punto de partida' las legislativas de 2004.
Pese a estas declaraciones, la ejecutiva socialista es consciente de que no ha conseguido encauzar como esperaba el clima de contestación social contra el Gobierno generado por la huelga general de junio, la tragedia del Prestige y la guerra de Irak. Zapatero se justificó ayer. 'Hoy valoramos las elecciones, no las movilizaciones. La implicación en la guerra fue del Gobierno, no estábamos en unas elecciones legislativas'. La tarea de la oposición, añadió, se juzgará en marzo del año que viene.
El balance electoral demuestra que tampoco Izquierda Unida ha sido capaz de rentabilizar el fuerte malestar social contra el Gobierno que se palpó en la calle durante el conflicto bélico. La coalición que coordina Gaspar Llamazares obtuvo el domingo 1.390.673 votos en las elecciones municipales, sólo 2.773 más que hace cuatro años, con una pérdida de medio punto respecto a los mismos comicios. La comparación con las elecciones generales de 2000 refleja todavía un descenso más acusado, cifrado en la pérdida de 127.630 votos en todo el Estado.
Sin embargo, IU es, junto al PP, la fuerza que mejor ha conseguido disimular su estancamiento electoral. Llamazares comentó ayer que se han cumplido los dos objetivos que se había marcado durante la campaña: contribuir a la pérdida de poder territorial por parte del PP, tanto en municipios como en comunidades, y ser determinante en la formación de Gobiernos de izquierdas. Este segundo objetivo se hará pronto realidad en los Gobiernos de coalición con el PSOE en los ayuntamientos de Guadalajara y Segovia y, sobre todo, en la Comunidad de Madrid. Son, en principio, las únicas instituciones en las que IU será una fuerza decisiva para conformar Gobiernos con los socialistas.
A falta de que mañana se complete el recuento del voto emigrante, todos los indicios apuntan a que el PSOE conseguirá el Gobierno de la Comunidad de Madrid pese a que la candidatura de Esperanza Aguirre se ha quedado a sólo un escaño de la mayoría absoluta. Se trata de un censo potencial de 138.000 personas, de las que suelen ejercer el derecho a voto sólo el 9%, tradicionalmente en favor de las opciones más conservadoras.