PNV y EA ganan en Vizcaya y Guipúzcoa y PP pierde Álava

El panorama político vasco se configura complicado otra vez. La ausencia de Batasuna por imperativo legal ha permitido que todos los partidos aumenten su número de votos. En este escenario, ha sido la coalición PNV-EA la que mayor rendimiento ha sacado, recuperando posiciones en algunas zonas de la margen izquierda del Nervión, feudo tradicional del PSE, asentándose en las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya, así como en el Ayuntamiento de Bilbao, y asomándose a la mayoría en Vitoria y en la Diputación de Álava. El fracaso del mensaje del PP en el País Vasco parece claro. Los discursos de los aspirantes populares no han calado lo suficiente en los ciudadanos vascos, de forma que les permitiera realizar 'una transición tranquila al nacionalismo' en los principales ayuntamientos y diputaciones de Euskadi. La cultura del pacto deberá ser una de las herramientas de gestión de los partidos políticos en el País Vasco.

Localidades controladas hasta ahora por la antigua Batasuna pasarán a ser gobernadas por el PNV-EA, los que obligará a pactar, aunque sea en reuniones fuera del Ayuntamiento, los temas municipales. En las grandes capitales, los nacionalistas recuperan Bilbao, mientras que los socialistas suben en San Sebastián. Vitoria es otra fotografía del desastre del PP, que empata con PNV-EA, con subida del PSOE e IU.