Las cajas responden
El Banco de España ha reclamado insistentemente en el último mes a las entidades financieras que moderen el ritmo de concesión de créditos, sobre todo hipotecarios. El mensaje no es nuevo. Ya en los últimos años de la década de los noventa el instituto emisor lanzó un mensaje similar alertando sobre el posible repunte de la morosidad y la influencia del crecimiento del consumo en la inflación. Al final, la morosidad no subió, aunque las entidades establecieron mayores controles para la concesión de créditos. Ahora, el órgano supervisor vuelve a temer un posible incremento de la morosidad y que ello provoque serios problemas en la salud del sistema financiero español, uno de los más solventes de Europa. La advertencia del Banco de España llega en un momento en el que el índice de morosidad está en mínimos históricos. En el primer trimestre se situó en el 0,87% del total de créditos. Y ello coincide con uno de los mayores niveles de cobertura para insolvencias de la banca española. En enero, la tasa de cobertura de las cajas era del 233,4% y la de los bancos, del 228,9%.
La suma de estos datos dio energía al presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, para salir al paso de los continuados mensajes del organismo regulador. Quintás señaló que 'comprendemos la preocupación' del Banco de España, pero parece 'difícil' frenar la concesión de créditos cuando la operación no entraña riesgos. Y para ilustrarlo puso el ejemplo de un cliente solvente, que no tiene deudas con la entidad y que cumple todos los criterios exigidos. 'Si pide un crédito, es casi imposible cerrarle el grifo', argumentó. También resaltó que es complicado que las cajas hagan más de lo que están haciendo, ya que han extremado la selección y el control de riesgos. Pese a ello, el presidente de la CECA sigue reclamando prudencia, pero se basa más en que se extremen los filtros en la concesión de un préstamo que en la necesidad de moderar su crecimiento.
Y es que una de las principales ventajas del sistema financiero español, envidiado por otros países, es la competencia existente entre las distintas entidades basada en el libre mercado, que hay que defender. Por ello, lo lógico es que sean las entidades las que decidan hasta dónde pueden subir la concesión de créditos. Mientras que la obligación del Banco de España es vigilar que bancos y cajas extremen el control en su concesión. A partir de ahí, lo demás puede limitar la libre competencia.
Lo mismo sucede con la reclamación de Rodrigo Rato, quien ha pedido insistentemente a las cajas que sean más transparentes. A lo que Quintás le respondió ayer que ese tipo de comentarios es 'absurdo' y 'nos sorprende'. Argumentó que las cajas son precursoras en medidas de transparencia, y en este caso se han adelantado a la Ley Financiera y las recomendaciones del Informe Aldama sobre los comités de auditoría que imponen más transparencia.