Desestimada la mayor demanda presentada contra grandes tabaqueras de EEUU
Un tribunal de apelaciones de la Florida rechazó hoy un veredicto que concedió la compensación récord de 145.000 millones de dólares a más de medio millón de fumadores de ese Estado del sureste de Estados Unidos. Alegó, en un documento de 67 páginas, que los fumadores no pueden agruparse para presentar una demanda colectiva, y que los casos deben juzgarse individualmente.
En Julio de 2000, un jurado de Miami falló que los fabricantes Philip Morris, R.J Reynolds Tobacco Company, Brown & Williamson Tobacco, Lorillard y Liggett debían afrontar la suma de 145.000 de multa por daños e intereses punitivos y 12,7 millones por daños e intereses compensatorios a las víctimas, en concepto de indemnización por las muertes y enfermades padecidas.
El veredicto también se basa en la "astronómica indemnización", contraria a una ley estatal en lo referente a la bancarrota de empresas. "La suerte de una industria entera y de cerca de un millón de ciudadanos de Florida no puede basarse en un procedimiento tan injusto", alegó el tribunal. El tribunal resolvió que el jurado había excluido, de forma incorrecta, de sus deliberaciones un antecedente: la industria ya había sido multada con el pago obligado de 246.000 millones en 25 años a los 50 Estados, en concepto de daños sanitarios.
Reacciones encontradas
"Han desarmado la amenaza jurídica" contra los fabricantes de tabaco, explicó Daniel Peris, analista de Federated Investors, que posee 2,49 millones de acciones de Altria Group, matriz de Philip Morris, a la agencia Bloomberg. Pero las tabaqueras se trata, sin duda, de una feliz noticia que celebraron de inmediato, con el fulgurante ascenso de sus valores en Bolsa. Por su parte, activistas contra el tabaquismo manifestaron su desilusión por la decisión. Mark Gottlieb, abogado y activista del Tobacco Products Liability Project, señaló que si ahora no interviene el Supremo de Florida, "será un golpe terrible para los enfermos", que según los balances ocasiona o contribuye a la muerte de más de 400.000 personas en EEUU.