EE UU quiere que Irak salga de la OPEP y rompa los contratos firmados en la era de Sadam
Carroll se define como 'un mero consejero' y asegura que las decisiones ejecutivas 'estarán en manos del Gobierno iraquí', pero todo el sector sabe que el ex alto ejecutivo de Royal Dutch Shell es mucho más que un asesor, es el hombre designado por el presidente George Bush para fijar las directrices de la política energética del futuro Irak.
En una entrevista publicada el pasado fin de semana por el diario The Washington Post, Carroll sugirió que Irak debería abandonar la OPEP o al menos no seguir las directrices del cartel petrolero. 'Históricamente, Irak ha tenido una participación irregular en el sistema de cuotas de la OPEP (...). Para cumplir con sus intereses nacionales, ellos han optado en varias ocasiones por permanecer fuera del sistema de cuotas. Puede que esta vez elijan hacer lo mismo'.
En un momento de la entrevista, Carroll recomienda la privatización de la Industria Nacional Iraquí del Petróleo, algo que va contra los principios de la OPEP, de la que Irak es socio fundador. El asesor estadounidense considera que los monopolios 'no son siempre tan eficientes como deberían' y, además, son estructuras 'propensas a la corrupción'.
Aunque no hay nada fijado, Carroll sí está seguro de que 'la futura expansión de la industria iraquí será conducida en parte por capital extranjero'. Pero lo que no está claro es quién va a participar en esa expansión. Los que ya habían tomado posiciones pueden verse de repente fuera de la carrera.
'Deberá haber una evaluación por parte del ministerio de Petróleo de los contratos firmados por empresas extranjeras con el derrocado régimen de Sadam Husein y determinar cuáles sirven mejor a los intereses del pueblo iraquí', señala Carroll. 'Cuando esos contratos son, digamos, excesivamente beneficiosos para una parte y esa parte no es el pueblo iraquí, y hay una base legal para no cumplirlos, entonces esperaría que el ministerio tuviera otro punto de vista', respecto a los contratos.
Numerosas empresas extranjeras firmaron contratos con el depuesto régimen para el desarrollo de yacimientos ya en explotación y de nuevos pozos que suman reservas equivalentes a 65.000 millones de barriles y una inversión potencial de 40.000 millones de dólares, según un informe de Deutsche Bank. Entre las implicadas, figuran empresas de países que han tenido una postura beligerante contra la invasión de Irak: Francia, Rusia y China.
Firmas como la rusa Zarubezneft, la francesa Total o la Compañía Nacional China del Petróleo ya habían adquirido compromisos para el día que las sanciones de la ONU se levantasen. Cuando ese día parece ser ya inminente, estas empresas ven que sus contratos amenazan con convertirse en papel mojado.
Con unas reservas probadas de 112.000 millones de barriles, Irak tiene el potencial para convertirse incluso en líder mundial en producción.
Participación de Iberdrola
Empresas de todo el mundo pujan ahora por los contratos de reconstrucción de Irak, que adjudica EE UU. La eléctrica española Iberdrola también se suma a la carrera. El presidente de la compañía, Íñigo de Oriol, reconoció ayer en Mérida que 'Iberdrola va a colaborar con las autoridades iraquíes', informa Europa Press. 'Ahora estamos pensando cómo se puede organizar Irak energéticamente y regulatoriamente, pero más cosas no', señaló Oriol.