Cauto regreso a la Bolsa...

Distintas sociedades de análisis e inversiones coinciden en que la renta variable se encuentra en niveles atractivos. Los precios se han estabilizado lejos de los mínimos registrados en marzo y los resultados de las empresas en el primer trimestre han sido valorados como satisfactorios, dado el contexto de debilidad del crecimiento en las mayores economías mundiales. Si en EE UU los beneficios netos de las grandes compañías subieron un 90% entre enero y marzo, en España la mejora es del 44%. Ha sido así porque han desaparecido cargas extraordinarias, como la que supuso hace un año la crisis argentina. Pero las compañías del mercado continuo español redujeron levemente sus cifras de negocio, lo que refleja la atonía de la demanda y siembra nuevas dudas sobre la inminencia de una reactivación. Lo peor de la crisis ha pasado, pero no se espera un despegue rápido.

El hecho de que Alemania haya entrado técnicamente en recesión y la continua caída del dólar son factores que no invitan a esperar con optimismo los próximos datos macroeconómicos. Si se mantienen las dudas sobre el rumbo de la economía mundial, es probable que aparezcan nuevas turbulencias en los mercados. No obstante, se extiende la opinión de que a los precios actuales, y sin los fantasmas que agitó la guerra de Irak entre los inversores, la renta variable vuelve a ser una opción atractiva para el inversor que mire a largo plazo. Los que prefieran apostar a corto plazo todavía pueden encontrarse demasiados nubarrones como para fiarse de un repunte tan frágil.