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Banca

Fibanc invierte 18 millones para expandir su negocio a la banca personal

Fibanc presentó ayer su nueva estrategia multicanal con la que prevé aumentar el patrimonio gestionado un 18%, hasta 2.100 millones, a finales de 2003. El banco ha dado un giro de negocio desde su actividad tradicional de banca privada para clientes de grandes rentas hacia un asesoramiento personalizado de ahorradores de perfil más bajo.

Para ello, la entidad catalana se basará en la creación de una red de consultores especializados. Actualmente cuentan con 394 asesores de este tipo y calculan que en 2005 llegará a los 1.500. Esta figura ha de convertirse en 'el médico de cabecera del cliente'. Los consultores son trabajadores autónomos que reciben la formación del banco, cuyos beneficios dependen de la evolución de su propio negocio y a los que se les exige una dedicación completa, según anunció ayer el presidente de la entidad, Carlos Tusquets.

Los clientes, además, podrán acceder al banco desde la oficina, Internet, el teléfono y los denominados puntos Fibanc. La otra gran novedad presentada por la entidad es la posibilidad de que el cliente acceda a sus posiciones desde el teletexto en la televisión mediante una llamada telefónica previa. El plan estratégico para 2005 contempla elevar la cifra de activos bajo gestión hasta los 3.000 millones de euros y alcanzar una base de clientes de cerca de 110.000 familias (en la actualidad tiene 75.611).

El desarrollo de esta estrategia ha requerido la inversión de 18 millones. Esta cantidad ha provenido, en parte, de los ingresos obtenidos por la venta del 0,5% en el holding de Bolsas y Mercados, donde el banco tiene ahora el 1,5% del capital. Estos ingresos, que rondaron el 0,5% del capital, permitieron a Fibanc elevar un 275,2% su beneficio en el primer trimestre respecto a los 144.000 euros perdidos en el mismo periodo de 2002.

La entidad está controlada en un 85% por el banco italiano Mediolanum y en un 15% por Carlos Tusquets. Mediolanum, a su vez, cuenta entre su accionariado con Fininvest, el grupo propiedad del primer ministro italiano Silvio Berlusconi. La legislación italiana, no obstante, no permite que los dueños de grupos industriales tengan derechos de voto ni consejeros en entidades financieras, precisó Tusquets.

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