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Energía

La CNE fue en contra de sus informes técnicos al vetar la opa sobre Iberdrola

Tanto la Dirección de Regulación y Competencia como la Dirección de Energía Eléctrica y la Dirección de Gas de la Comisión Nacional de la Energía elevaron sus informes al consejo del organismo regulador antes de que decidiera por votación de seis contra tres vetar la oferta pública de adquisición lanzada por Gas Natural sobre Iberdrola. Ninguna de las tres direcciones era partidaria del veto, aunque sí se proponían posibles condiciones de carácter técnico.

El documento de la Dirección de Energía Eléctrica de la CNE ponía seis condiciones, aconsejando, en primer lugar, que 'Gas Natural asuma como propio el plan de desarrollo de la red de distribución de electricidad, ajustándose al menos a las cifras de inversión de Iberdrola para el periodo 2003-2006'.

También señala que debía condicionarse 'la autorización a que Gas Natural asuma como propios todos los compromisos de inversión de Iberdrola reflejados en el documento de planificación de los sectores de gas y electricidad, aprobado por el Consejo de Ministros'. El mismo requisito se fija para las energías renovables.

Además, se señala que será preciso que el grupo gasístico 'mantenga las ratios de endeudamiento actuales de las empresas distribuidoras, como garantía de que se van a realizar las inversiones'. En otra condición se indica que la empresa resultante 'no puede ser distribuidor de gas y electricidad en la misma zona geográfica'.

'Riesgo mínimo'

Por su parte, la Dirección de Gas considera 'como mínimo el riesgo de paralización de la inversión' en las instalaciones de transporte. Tampoco prevé relevante el riesgo de posibles demoras en los planes de construcción de redes de distribución. Y respecto al impacto por la colocación entre terceros de contratos de aprovisionamiento por 5,5 bcm (miles de millones de metros cúbicos) al año, el informe indica que 'la posibilidad de que se genere una cierta escasez de gas es mínima'.

Además de estos dos informes, uno del área de gas y el otro del de electricidad, la propuesta de resolución de la Dirección de Regulación y Competencia de la CNE considera que 'la oferta pública de adquisición de las acciones de Iberdrola por parte de Gas Natural no va a producir riesgos significativos ni previsiblemente va a tener efectos negativos, directos ni indirectos, sobre la situación financiera de los dos grupos de empresas que desarrollan actividades reguladas, gasísticas y eléctricas, ni sobre los niveles de calidad de los servicios suministrados por las redes, gasísticas y eléctricas, de ambas empresas, siempre y cuando se cumplan los compromisos (desinversiones, inversiones, financiación, etcétera) señalados en la documentación presentada por Gas Natural'.

Con ese razonamiento por delante, la Dirección de Regulación y Competencia proponía un fuerte seguimiento de los compromisos adquiridos, tanto en inversiones como respecto a la situación financiera. Y no considera que el seguimiento sea 'inútil', que es, como calificó la mayoría del consejo de la CNE, la posibilidad de imponer condiciones a la opa.

Más allá de los razonamientos técnicos, la CNE optó por un veto en lugar de una autorización de la oferta con condiciones en virtud de un razonamiento según el cual imponer condiciones era inútil porque no podía garantizarse su cumplimiento. Si las condiciones se incumplían, ya era demasiado tarde porque entonces ya no era posible volver atrás en el tiempo para tener otra vez la situación original, previa a la autorización de la operación.

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