'Las crisis obligan a agudizar el ingenio'

Dice no estar orgulloso de trabajar 12 horas al día. Félix Vicente, de 39 años, reconoce que el trabajo en una agencia de publicidad como McCann-Erickson resulta estresante. Pero no lo puede evitar, le puede más la pasión por lo que hace

Aparece con media hora de retraso. Se disculpa. Sugiere hacer primero las fotos, se vuelve a disculpar por tener que acudir de nuevo a una reunión y promete que son sólo cinco minutos. Unos pocos más y la entrevista con el presidente del grupo publicitario McCann-Erickson, Félix Vicente, de 39 años, padre de dos hijos y con un tercero en camino, da comienzo, para la que disponemos de apenas 30 minutos. La encargada de prensa alerta de que se trata de un día excepcional y que el directivo de esta compañía es un hombre afable. No sonríe, parece estresado y responde con rapidez -tiene prisa- a las preguntas. Siempre ha trabajado para McCann-Erickson, donde comenzó hace 23 años como ayudante de planificación y compra. De ahí pasó a ocupar distintos puestos dentro de la compañía, que ha sido premiada con el Ampe de oro, concedido por la Asociación de Medios Publicitarios de España, por un anuncio para Coca-Cola, y el plata de televisión, por Chihuahua. Desde hace un lustro preside esta agencia, que maneja una facturación de 292 millones de euros.

Pregunta. ¿Es bueno trabajar siempre para la misma empresa?

Respuesta. Nunca se sabe. Llevo demasiados en la misma empresa y me hubiese gustado rotar; si no lo he hecho, ha sido porque he tenido la fortuna de no estar dentro de la empresa más de dos años haciendo lo mismo. He estado constantemente cambiando de actividad. He hecho de todo, desde gestión directiva, hasta económica, de todo. Nunca me ha dado tiempo de aburrirme. Cuando necesitaba un cambio lo he tenido, pero de manera radical. Eso ha hecho que me haya mantenido contento y me ha permitido divertirme.

P. ¿Eso es importante?

R. Es vital y en un negocio como el nuestro, que parece un negocio lleno de glamour y atractivo, es necesario porque se trata de una profesión con un nivel de estrés brutal. Detrás de ese atractivo hay una presión fuerte; si uno no se divierte y disfruta, es imposible de manejar. Es una profesión en la que se rota mucho, eso no es bueno ni malo. Lo que impera es si lo que se hace llena. Por eso estoy aquí y ahora sí que no tengo intención de cambio.

P. ¿Se ha acomodado?

R. Tengo una posición atractiva, como es poder dirigir los destinos de las empresas que componen el grupo McCann-Erickson. Que me quede como estoy. La empresa está consolidada, es el único grupo que está especializado en todas las disciplinas del marketing y de la comunicación comercial, es el primero a nivel financiero y creativo, que es el eje de nuestro negocio. Sin creatividad no podríamos ofrecer nada. Desde esa posición de liderazgo, veo que no tengo mejores opciones para estar mejor. Es difícil cambiar cuando se es líder.

P. ¿Su caso significa que McCann-Erickson permite hacer carrera dentro de la empresa a sus profesionales?

R. Es posible; si no fuera así, yo no habría llegado donde lo he hecho. Llegué de suplente un verano, haciendo las funciones de chico para todo. Después se prolongó y hasta hoy; pero mi caso no es aislado porque hay muchos directivos en esta empresa que han empezado en posiciones inferiores. El sistema lo debe permitir, pero también el tiempo. Hay ocasiones en las que no ha coincidido la prisa del individuo con las necesidades de la compañía y el empleado ha optado por marcharse a otra empresa. Creemos en la creación de cantera.

P. Dígame la receta para ascender.

R. Hay que tener ganas de luchar, iniciativa, saber trabajar en equipo y tener flexibilidad. Hay que demostrar también que se tiene mano izquierda, aunque nadie tiene la verdad absoluta. Hay que estar abierto a todos los puntos de vista. Cuando se es directivo tienes que estar abierto a dirigir con espíritu de equipo dando entrada a otras opiniones. Eso te obliga a encajar personalidades distintas y eso no es fácil.

P. ¿Está reñido tener ingresos con la creatividad?

R. Históricamente se han separado las agencias creativas de las que tienen volumen de negocio. Hace siete años cuando decidimos dar un cambio a este grupo pensamos que no estaba reñida la creatividad con el volumen. Está demostrado que cuanto más creativa es una empresa más capacidad tiene para generar volumen de negocio.

P. ¿Son imaginativos los directivos españoles?

R. España es creativa por naturaleza. En los últimos dos años debido a la crisis, y en este sector la vivimos más en profundidad, hemos tenido que desarrollar más la creatividad. En época de crisis se necesita agudizar el ingenio. La crítica que puedo hacer es que en los últimos dos años, muchos directivos han pecado de conservadurismo. La crisis es real y las políticas que se siguen es de recorte de gastos más que de proactividad en la inversión. El sector publicitario es el primero en detectar la crisis y también el primero que detecta la recuperación. De momento, vamos mal.

P. ¿Y cómo afronta una compañía que presume de creativa una crisis?

R. Como una guerra de guerrillas. Ponemos nuestro talento a 200 por hora, agudizamos el ingenio e intentamos ir por delante de los clientes, con iniciativas y propuestas, y siendo conservadores en el gasto y no en la inversión.

P. ¿Son muy exigentes a la hora de contratar a profesionales?

R. Promovemos desde hace años que nuestro sector es endogámico. Hemos luchado por abrirlo a nuevos directivos que aunque no tuvieran experiencia publicitaria tuvieran experiencia en economía, marketing o sociología. Es difícil entrar en nuestro mundo sin tener conocimiento de lo que es publicidad y comunicación comercial. No es una profesión sencilla, porque un buen o mal plan de comunicación nos puede llevar al éxito o destrozar una marca. Se pueden pagar errores a precios altos. Ganar un consumidor es fácil, mantenerlo es difícil y perderlo tiene un coste altísimo.