París aprueba la reforma de pensiones para atajar el déficit de Seguridad Social
El Consejo de Ministros presentó ayer un anteproyecto de ley para la reforma del sistema de pensiones, que prevé el aumento progresivo del periodo de cotizaciones que da derecho a una pensión completa a 42 años en 2020, y advirtió que el margen de maniobra para su modificación 'no es muy importante'.
El objetivo de esta reforma, explicó el ministro de Asuntos Sociales, François Fillon, es equilibrar el régimen de pensiones que empezará a ser deficitario 'en unos meses' y que, a falta de cambios, tendría un agujero de 50.000 millones de euros en 2020 y de 120.000 millones en 2040.
Para evitarlo, se procederá en primer lugar en 2008 al alineamiento del periodo de cotización de los funcionarios, actualmente de 37,5 años, al nivel de los trabajadores del sector privado, que es de 40 años. A partir de esa fecha, se prolongará para todos los asalariados hasta 41 años en 2012 y a unos 42 años en 2020, cifras que se ajustarán de forma precisa en el marco de un procedimiento de evaluación cada cinco años, a cargo de una comisión independiente.
Fillon recordó que una de las condiciones del éxito de la reforma es lograr que aumente la edad media de la jubilación en Francia, que en la actualidad, con 58 años, es la más baja de la Unión Europea, junto con Bélgica.
Eso exigirá un compromiso por parte de las empresas para no desembarazarse de los trabajadores mayores de 50 años, bajo la amenaza de un aumento de los impuestos. En el anteproyecto se mantiene la posibilidad de jubilarse a los 60 años, aunque si no se ha alcanzado el periodo de cotización, retirarse antes de los 65 años conllevará una penalización que, además, se equiparará en el horizonte de 2013 para los funcionarios y los empleados del sector privado. Por cada año de menos, la pensión se verá amputada en un 6%, frente al 10% actual en el sector privado y al 3% en la Administración.
Prima por retrasar
Simultáneamente, se premiará a los asalariados que sigan trabajando más allá del periodo de cotización y hasta los 65, con un incremento de la pensión del 3% por cada año suplementario.
Fillon y su colega el titular de la Función Pública, Jean-Paul Delevoye, insistieron en que la reforma 'no degrada' la cuantía de las pensiones, en respuesta a las acusaciones de algunos sindicatos, que han advertido que supondrá una baja del 20% al 30%.
'En los otros países europeos se trabaja mucho más que en Francia', señaló el ministro de Asuntos Sociales, que argumentó que 'no creo que haya razones genéticas' que justifiquen que los franceses no puedan asumir reformas como las que se aplican en los Estados vecinos. 'Los márgenes de maniobra no son muy importantes, pero nuestra puerta sigue abierta' a las negociaciones.