España sortea la crisis
La economía española logró mantener el primer trimestre un crecimiento interanual del 2%, una décima menos que el cuarto trimestre de 2002, pero el mismo porcentaje que todo el ejercicio, según el Banco de España. Mientras, en los socios europeos más cercanos la actividad aparece estancada desde hace al menos seis meses. Es ésta una noticia de trascendental importancia por varios motivos. Primero, por el carácter intensivo en empleo del crecimiento español, que salva también la marcha de las finanzas públicas, cuando en las dos grandes economías europeas, Alemania y Francia, los déficit son crecientes. Y segundo, porque España, acostumbrada a recesiones dramáticas para la ocupación cuando el ciclo evolucionaba a la baja en Europa, parece haber esquivado esta situación.
Pero toda luz genera sombra. El crecimiento español sigue fundamentado en la fortaleza del consumo interno, mientras que la inversión, salvo la destinada a financiar la construcción, sigue en tasas casi negativas, lo que dificultará la consolidación del ciclo cuando llegue la recuperación internacional. Además, el crecimiento cebado en el consumo y la demanda interna alimenta desequilibrios como la inflación y retarda la recuperación, al menos vía precios, de las exportaciones, relevo natural de la actividad. Por otra parte, la interminable demanda de viviendas está forzando la máquina financiera de las familias hasta tasas peligrosas, como advierte el Banco de España.
Este comportamiento de la economía sólo podrá mantenerse en el año si la recuperación arranca en el exterior. Pero el optimismo sobre esta posibilidad es limitado. Más de 700 directivos reunidos ayer en Madrid por el Club Gestión de Calidad dejaron constancia de que no ven una recuperación sostenida hasta 2004.