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Banca

La banca de inversión confía a la renta fija y al recorte laboral su despegue este año

'Se ha acabado 2002, gracias a Dios...'. La frase, pronunciada por un representante de la banca de inversión en España, recoge el espíritu con el que el sector despedía uno de los años más negros para este negocio. Aunque entidades y analistas desconfían de una pronta y destacada recuperación de la renta variable, la base del negocio, apuestan por una mejora de los ingresos. El adelgazamiento de las estructuras de los bancos tras los ajustes de empleo y un mercado estable de renta fija acuden al rescate.

La banca de inversión afronta con otros ojos su futuro a medio plazo. Y eso, a pesar de que buena parte de las entidades desconfía de que se produzca un repunte de las Bolsas en 2003. 'En renta variable no se va a producir un auge', sentencian en JP Morgan.

La entidad estadounidense prevé que, a pesar de la mejoría experimentada por los mercados desde el final de la guerra en Irak, seguirán con la atonía mostrada en los últimos trimestres en operaciones tales como fusiones o ampliaciones, y sólo se llevarán a cabo las 'estrictamente necesarias' para la marcha de los negocios.

æpermil;ste ha sido el caso, por ejemplo, del sector asegurador en Europa, obligado ampliaciones de capital para poder recuperar los niveles de solvencia. Estas pobres perspectivas hacen que se resientan, además, otros negocios como el de valores o la banca privada, muy dependientes de la evolución bursátil.

'Los mercados están poco receptivos a nuevos proyectos', según una encuesta a analistas consultados por Bloomberg y según la opinión de las principales agencias de calificación. Otras voces, como las de Goldman Sachs, incluso auguran crecimientos a corto plazo para la renta variable.

Sin embargo, a pesar de que se prevé otro año 'difícil' en estos mercados, las entidades afrontan el segundo semestre con más optimismo que 2002.

Y esto es así por dos razones fundamentales. En primer lugar, buena parte de las entidades han encontrado en el mercado de renta fija y el de deuda una tabla a la que asirse en medio de la marejada de la Bolsa, según afirma Pedro Santaella, director de Barclays Capital, segundo banco en España en el negocio de bonos.

El directivo prevé que durante este año se produzca un incremento en el volumen de emisiones corporativas, debido, en gran medida, al proceso de reducción de deuda de las empresas españolas. 'Las empresas siguen necesitando financiación', afirma. Santaella cree, además, que aún existe recorrido para una posible bajada de tipos del BCE. Una decisión que perjudicaría al negocio bancario, pero que beneficiaría a este mercado. También tiene esperanzas puestas en el mercado de las cédulas hipotecarias y prevé una recuperación de la financiación de operaciones apalancadas.

La segunda razón que esgrime el mercado para esperar un 2003 mejor que el ejercicio anterior es que los bancos ya han llevado a cabo las labores de ajuste de tamaño con respecto a las nuevas condiciones de mercado.

Así, las principales entidades estadounidense han despedido a casi 40.000 personas desde que comenzaron a desplomarse los mercados en el año 2000. Una tendencia con reflejo en Europa y en España. Sólo en el Reino Unido, otras 34.000 personas perdieron sus empleos.

En España, buena parte de las entidades extranjeras que operan en el sector de inversión han reducido de forma drástica su masa laboral. Credit Suisse prescindió de 140 trabajadores, el 40% de su plantilla de banca privada. Crédit Lyonnais ha cerrado su oficina de intermediación bursátil en Madrid; la reestructuración acometida por Merrill Lynch ha afectado al 25% de su plantilla. JP Morgan también realizó en su día ajustes tras su fusión con Chase Manhattan. Fuentes de mercado cifran los despidos en cerca de 100 personas en España.

El mercado analiza los frutos del ajuste de las entidades europeas

La gran banca europea afronta una quincena crucial. En los próximos días, las principales entidades del continente tendrán que demostrar que los recortes de costes han sido suficientes para capear, por el momento, el desplome de sus ingresos.Así, para esta semana se esperan los resultados trimestrales de BNP Paribas o Commerzbank, ambas el miércoles. Durante la próxima será el turno de UBS (el martes), Hypovereins (el miércoles) y de la gala Société Générale e ING (un día después).100.000 despidos más tarde, la banca europea ha demostrar que ha sabido encontrar vías para incrementar el negocio, visto que parece las vacas gordas tardarán en llegar a la Bolsa.'Recortar costes no es una estrategia en sí misma. Hay que generar ingresos'. æpermil;sta es la opinión que se recoge de una encuesta de analistas realizada por Bloomberg.Y, según parece, la economía europea no ayudará a este mayor flujo del negocio. La semana pasada, la Comisión Europea vaticinó un crecimiento del 1% para los 12 países, lo que recortaba la previsión anterior, fijada en el 1,8%.Por ahora, los resultados dan la razón a los que dudan de esta capacidad. Credit Suisse ha logrado volver a beneficios después de un año en rojo. Sin embargo, diversos analistas creen que este beneficio se debe a los recortes de costes (la entidad se ha deshecho de 9.350 empleados), ya que prevén que la entidad anuncie hoy que los ingresos cayeron alrededor del 11%.Una circunstancia que parece repetirse en el caso de ABN Amro. La entidad holandesa se benefició de la salida de 10.000 personas del grupo -y del negocio en EE UU- para ganar un 74% más en el primer trimestre.Deutsche Bank anunció la semana pasada pérdidas de 219 millones en el trimestre debido a las provisiones. Sin embargo, el banco sufrió una leve caída del negocio en el trimestre.

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