Spitzer y los reguladores estatales rechazaron aumentar los fondos para resarcir a inversores
A los dos días de haberse anunciado la sanción a 10 firmas de Wall Street por emitir análisis engañosos ya han empezado a salir los primeros trapos sucios de la negociación entre las entidades, los reguladores y la fiscalía de Nueva York.
Según señalaba ayer la agencia Bloomberg, los reguladores estatales y el fiscal general de Nueva York, Eliot Spitzer, rechazaron una propuesta de última hora de la SEC, el regulador federal, para aumentar la cuantía destinada a las compensaciones a particulares que comprendía la multa impuesta a las firmas de Wall Street.
De los 1.400 millones de dólares que las entidades deben abonar como multa, 387,5 iban destinados a compensar a los inversores individuales. Sin embargo, la SEC propuso que esta cuantía fuera el doble. Bloomberg destacaba ayer que el director de supervisión de la SEC, Stephen Cutler, pidió en una carta remitida a los reguladores estatales el pasado 25 de abril (un día laborable antes del anuncio de la sanción) que la parte proporcional de la multa que correspondía a la SEC, también 387,5 millones, fuera destinada en su totalidad a compensar los daños que las firmas hubieran ocasionado a los particulares, lo que hubiera duplicado los fondos destinados a resarcir a los inversores afectados.
Lucha política
No obstante, la filtración publicada por Bloomberg es sospechosa y está cargada de tintes políticos. Por un lado, sorprende que la SEC esperara hasta el último día para manifestarse sobre el destino final de la multa. Por otro, existe un enfrentamiento clara entre Spitzer, un demócrata, y algunos sectores republicanos del regulador estadounidense.
Un portavoz de la fiscalía de Nueva York señalaba ayer a Bloomberg que las leyes de ese Estado no permiten asignar los fondos provenientes de sanciones a un fin en particular. Sin embargo, algunos expertos en legalidad financiera recordaban que la ley Sarbanes-Oxley, aprobada el año pasado y promocionada por el republicano Michael Oxley, permiten a la SEC destinar las multas impuestas a las firmas de inversión a restituir el patrimonio de los particulares afectados por un fraude.