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Trinidad Jiménez

'La operación Chamartín necesita una revisión'

Mensaje de tranquilidad a las empresas constructoras: no habrá grandes vuelcos en las operaciones urbanísticas que están en marcha. Así lo anticipa la candidata socialista a la alcaldía de Madrid, poco amiga de generar incertidumbres.

Trinidad Jiménez (Málaga, 1962), licenciada en Derecho y experta en relaciones internacionales, ha asumido el difícil reto de arrebatar al Partido Popular la alcaldía de Madrid, en su poder desde hace 12 años.

Pregunta. ¿Qué diferencias establecería entre la actual gestión presupuestaria en el ayuntamiento y la que usted propone?

Respuesta. Hay que reconocer que Manzano deja una Hacienda bastante saneada. De hecho, casi no se ha gastado el 40% del presupuesto previsto para inversiones. Eso no me parece un valor porque significa que se ha ocupado poco de la ciudad. Sí es verdad que ha distribuido mal el presupuesto, empezando por el reparto que ha hecho entre concejalías.

P. ¿En un presupuesto por objetivos, donde estarían sus prioridades?

R. Yo aumentaría el presupuesto en seguridad ciudadana y en políticas sociales que tienen que ver con la atención a los niños. Hace falta prevenir el fracaso escolar y hay que dar alternativas de empleo a los más jóvenes. También vamos a promover políticas de cuidado de los entornos urbanísticos que tienen que ver con la limpieza y la iluminación.

P. Si usted gobierna el ayuntamiento, ¿va a modificar algunas de las grandes operaciones urbanísticas en marcha?

R. Aquí en Madrid no ha habido ningún tipo de dirección ni de planeamiento en la gestión urbanística por parte del ayuntamiento. Sólo se ha entregado suelo a los promotores y a las constructores y se ha dejado que la ciudad siga creciendo. En algunas ocasiones la iniciativa privada lo ha hecho bien y en otras no. Ha habido una falta de control evidente. El plan de ordenación urbana de 1997 se ha visto alterado en numerosas ocasiones y no ha habido ninguna orientación permanente por parte del ayuntamiento. Ha faltado, pues, planificación estratégica y no se ha estudiado el impacto de la construcción de viviendas sobre el medio ambiente y la movilidad.

P. ¿Cual será el futuro de la operación Chamartín?

R. Nosotros fuimos los que proyectamos la expansión de la ciudad por el eje norte en la etapa de José Borrell. Pero teníamos una concepción muy diferente a lo que es hoy. La operación Chamartín, por tanto, necesita una revisión. Pero no queremos dar la impresión de que vamos a provocar una gran incertidumbre. No vamos a dar la vuelta a todo lo que ya se ha hecho. Pero sí vamos a introducir elementos de mejora en esta y en otras operaciones. Hay que atender necesidades de acceso a la vivienda y frenar el precio desorbitado del suelo. En los últimos cuatro años, se ha encarecido un 180% y la vivienda, un 84%. También vamos a medir el impacto medioambiental según los estándares marcados por la UE. La preservación de los espacios públicos y el mantenimiento de los bosques urbanos forman parte del registro global que afecta a la operación Chamartín. Hay que medir también las consecuencias sobre la movilidad y el tráfico para mejorar el tráfico interurbano.

P. En esta operación hay margen, pues, para la rectificación. ¿Y en la Ciudad Deportiva del Real Madrid?

R. Una vez que se han adoptado determinadas decisiones, lo que no queremos es dar la impresión de que estamos dispuestos a dar la vuelta a todo. En la medida en que se puede cambiar, lo haremos siempre que eso suponga mejoras para la ciudad. Pero no queremos crear incertidumbre, repito, ante decisiones que ya se han adoptado. Es un criterio que nos va a guiar en todo momento.

P. ¿Qué opinión le merece la construcción de nuevas autovías que defiende el PP?

R. No estamos de acuerdo con esta apuesta. Cuantas más haya, más se llenarán de coches. Entre nuestras prioridades está mejorar la cohesión territorial y para ello hay que rehabilitar determinadas zonas de la ciudad. Va a ser decisiva la expansión hacia el suroeste. La operación Campamento puede ser una oportunidad importante. Una de nuestras grandes apuestas va a ser la construcción de la Ciudad del Conocimiento, que significa rehabilitar un espacio ahora abandonado para atraer inversiones de todo tipo, también extranjeras, y para crear empleo.

P. ¿Qué proyecta hacer con la M-30?

R. Todos estamos de acuerdo en que es una herida abierta en la ciudad y en que hay que suturarla. En este planteamiento coincidimos todos los candidatos. La diferencia está en que nosotros proponemos soterrar las partes de la M-30 que se puedan soterrar y convertirla, en lugar de en una autopista, en un bulevar urbano. Habrá semáforos y lugares previstos para el peatón, lo que permitirá reducir la contaminación acústica y ambiental. La propuesta de Ruiz-Gallardón de convertirla en autopista y abrir más túneles traería, sin duda, más tráfico en el centro de la ciudad.

P. ¿Cómo quedaría con su proyecto la circunvalación de Madrid?

R. Se expandiría hacia otras zonas por las que ha ido creciendo la ciudad en los 10 últimos años. Habría trenes de vía rápida que enlazarían con pueblos del sur de Madrid y que utilizarían las paradas establecidas para el metro. No nos importa hacer planteamientos a 10 o 12 años si se trata de un proyecto consistente y sólido.

P. ¿Qué planes alberga para hacer una ciudad más internacional?

R. Pretendemos hacer de ella una ciudad que atraiga talento, como dicen ahora los sociólogos norteamericanos. Vamos a hacer una proyección adecuada de la imagen y la marca de la ciudad que queremos promover. También vamos a hacer una apuesta económica fuerte por las inversiones en nuevas tecnologías, algo ligado a la Ciudad del Conocimiento. El futuro de las grandes urbes va a estar vinculado a su capacidad para estar conectadas en Red, para estar comunicadas, con otras grandes ciudades. La lengua española también va a desempeñar un papel muy importante porque nos va a permitir conectar muy bien con algunas ciudades de América Latina y Estados Unidos.

Licencias de construcción y aperturas de negocio más ágiles

La candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid no quiere que los empresarios puedan percibir como un obstáculo su acceso al sillón municipal. Bien al contrario, se ha comprometido con ellos en diferentes reuniones a agilizar las licencias de construcción y la apertura de negocios, eliminando burocracia e incorporando transparencia a los distintos trámites administrativos.Trinidad Jiménez prevé colocar un concejal al frente de una oficina de quejas, una especie de servicio de atención al cliente al que podrán recurrir desde un gran empresario a un usuario molesto por la forma en que se presta un determinado servicio público.En sus planes figura también la creación de una mesa municipal concebida para el diálogo social, en la que estarían representados los empresarios, los sindicatos y el propio ayuntamiento.La promoción del autoempleo es otra de las prioridades de la candidata. 'Vamos a impulsar la firma de un consorcio financiero entre el ayuntamiento y algunas entidades financieras dispuestas a aportar capital a la creación de empresas', asegura. De esta forma, piensa que 'los jóvenes dejarán de ser meros demandantes de empleo para convertirse en dinamizadores de nuestro tejido productivo'. Para ello se plantea entrar también en contacto con las diferentes escuelas de negocio existentes en la capital.Trinidad Jiménez considera que la creación de empleo público en Madrid discurrirá por cauces muy ligados a la extensión de los servicios sociales. 'Nos hemos marcado el objetivo en la legislatura de que haya un trabajador social por cada 3.000 habitantes, cuando ahora lo hay por cada 27.000'. Si llega a la alcaldía, también promoverá puestos de trabajo en el sector de las escuelas infantiles. Ahora, de cada seis niños que en Madrid solicitan una plaza en un centro público de primaria, cinco no la obtienen.

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