La pérdida de correlación entre las Bolsas y el dólar confunde a los inversores
La llegada a zona de máximos, en esta ocasión en lo que va de año, que no es precisamente para echar las campanas al vuelo, provoca dudas entre los inversores, especuladores y gestores. Aunque se trata de una referencia en el tiempo, este fenómeno siempre acelera movimientos entre los participantes en el mercado. De ahí que la ruptura o pérdida de esos niveles lleve, con frecuencia, más tiempo del previsto.
La sesión de ayer fue más de lo mismo, con oscilaciones en torno al máximo. La apertura bajista de Wall Street precipitó la caída. Con el registro de ayer, el Ibex se aleja del nivel más alto del ejercicio. El índice cerró en 6.526,9 puntos, un 1,26% por debajo de aquella cota.
Por segundo día consecutivo la cifra de actividad fue elevada, 2.598 millones, gracias a las operaciones especiales. SCH movió 564 millones. Sin aplicaciones ni bloques, el volumen negociado fue de 1.739 millones.
Precisamente, SCH fue el valor que más pesó en la caída del Ibex. Bajó un 1,13%. Telefónica y BBVA, con pérdidas del 0,6% y el 1,18%, respectivamente, contribuyeron al retroceso.
Referencias técnicas y psicológicas aparte, la atención de los inversores está centrada en la pérdida de la correlación dólar-Bolsas. Lo normal, según la mayor parte de los expertos, es que a un dólar fuerte le siga una Bolsa fuerte, y al revés. Los últimos episodios vividos en este sentido han sido categórico, como se observa en el gráfico de evolución comparada del Dow Jones y el dólar.
Factores coyunturales
En verano de 2002 comenzaron los primeros impulsos vendedores de dólares, con castigo a la divisa y de manera automática a Wall Street, que, como siempre, contagió al resto del mundo. Desde entonces, los sucesivos varapalos al dólar han tenido idéntica réplica en Bolsa.
La evolución de las dos últimas semanas ha cambiado de manera radical el estado de las cosas. Ha sido durante la Semana Santa cuando el dólar ha vuelto a dar muestra de debilidad. Las Bolsas, sin embargo, se han encaramado a máximos.
¿Se ha perdido la correlación histórica? La mayor parte de los analistas consultados considera que son los factores coyunturales los que presionan a ambos mercados, hasta separarlos del curso que han seguido siempre.
Vicente San Juan, gestor de patrimonios, señala que 'en los últimos días asistimos a una repatriación de fondos desde EE UU hacia el sureste asiático, que son colocados en euros. Es una apuesta por los bonos europeos más que por los de EE UU. O dicho de otro modo, el bono del Tesoro de Estados Unidos ofrece más riesgos a corto plazo, porque pueden subir los tipos de interés a medida que pase el tiempo, que los europeos'.
En este movimiento de repatriación de fondos destaca la consideración de Antonio Benjumea, especialista en derivados con monedas, al señalar que 'la guerra en Irak ha vuelto a crear desazón entre los inversores árabes. Muchos de ellos venden los activos en dólares y los colocan en euros. Este fenómeno ya se advirtió el año pasado. Se trata de casos coyunturales que afectan, en cualquier caso, más a los bonos que a las Bolsas'.
'Las Bolsas se comportan ahora mejor porque los activos en dólares que venden los extranjeros no son acciones, sino bonos. De ahí que se haya perdido la correlación', dice el economista Juan Francisco Atienza.
Más lejos va el observador bursátil Pedro Escribano al señalar que 'no está demostrada tal correlación. El ejemplo está en los máximos continuados que tuvo el dólar respecto al euro entre noviembre de 2000 y junio de 2001. En ese mismo periodo, las Bolsas europeas bajaron, como promedio, un 23%, y un 18% las de Estados Unidos. Creo que hay mucha literatura, mala literatura, al respecto'.
IBM y 3M, beneficiadas por la caída de la divisa
La debilidad del dólar frente al euro desde que comenzó el año ha tenido un efecto opuesto en las cuentas de empresas. Las estadounidenses IBM, 3M, Honeywell y Eastman Kodak, que obtienen una elevada proporción de los ingresos de la exportación, han visto crecer sus ingresos gracias a la caída de la divisa. Por el contrario, otras compañías europeas, como Nestlé, Michelin o Volkswagen, han sufrido un notable descenso de los resultados.3M, fabricante, entre otros, de las marcas Post-it y Scotch, dijo que el tipo de cambio más favorable supuso 5,6 puntos porcentuales de los 11 que crecieron sus ventas. IBM registró un incremento de las ventas del 23% en Europa. La compañía informática calcula que, de no ser por la caída del dólar, el aumento hubiera sido sólo del 3%. Honeywell, por su parte, dijo que el incremento de los ingresos no se hubiera producido de no ser por las ganancias derivadas de la caída del dólar.En los últimos años, las empresas europeas se habían beneficiado de la debilidad del euro. Ahora, el efecto es el contrario. Volkswagen ha reconocido que vivirá el segundo año consecutivo de caída en las ventas por la fortaleza de la moneda europea. Nestlé acusó una caída del 7,5% en los ingresos del primer trimestre y lo justificó por la caída de la divisa. Philips y Michelin son otros ejemplos.Las compañías asiáticas sufren problemas similares. Empresas exportadoras, como Honda, han visto bajar las ventas por la fortaleza del yen frente al dólar en los últimos meses.