La mayor generación hidráulica permite elevar el 11% el beneficio
Iberdrola ha empezado bien el año, al menos en lo que a resultados se refiere. La hidraulicidad y la puesta en actividad de varios parques eólicos -algunos comprados a Gamesa, otros adquiridos en su totalidad a su antiguo accionista EHN y los impulsados por la propia Iberdrola- le han permitido presentar un beneficio neto de 281,2 millones, un 10,6% más que en el mismo periodo del año anterior. Las ventas descendieron un 14% hasta totalizar los 2.249,5 millones de euros. Esta caída se produjo como consecuencia de los precios en el mercado mayorista de producción (pool).
Iberdrola incrementó hasta finales de marzo un 195% su producción hidráulica, y un 18% la nuclear, lo que supuso reducir drásticamente los costes de aprovisionamiento hasta los 112,3 millones de euros (-54,2%). Además, los parques eólicos le produjeron un margen bruto de 61 millones de euros, lo que supone un 60,5% superior a los registrado en el primer trimestre de 2002.
Peso en el negocio del gas
En el campo de la distribución, el margen bruto, en cambio, descendió en 20 millones de euros como consecuencia de la desinversión en la red de transporte. En comercial, este ratio se incrementó en un 29,5%.
La compañía eléctrica sigue ganando peso en el mercado del gas, pese a no ser la adjudicataria de los activos gasistas de Naturcorp, sociedad propiedad del Gobierno vasco. Iberdrola asegura que cuenta ya con un cuota del 5,6% 'con sólo 17 meses de actividad'.
La firma vasca también redujo su endeudamiento financiero casi un punto hasta situarlo en el 56,1% lo que le hace más atractiva para ser controlada por Gas Natural. El apalancamiento financiero (deuda sobre recursos propios) se elevó a 10.660 millones de euros, 27 millones de euros menos que en diciembre de 2002.
En los tres primeros meses de 2003, Iberdrola obtuvo unos resultados financieros negativos en 115,2 millones de euros, un 25,4% mejores que los registrados en el primer trimestre del ejercicio anterior cuando se incluyó una provisión de 36 millones de euros por la depreciación de su cartera en Telefónica, ya desinvertida.
Entre enero y marzo, la compañía invirtió 470 millones de euros, fundamentalmente en España, para aumentar su parque generador.