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Aseguradoras

Las compañías de seguros reducen al mínimo las inversiones en renta variable

La debacle bursátil del año pasado ha obligado a las aseguradoras a replegar aún más sus posiciones en Bolsa. Las compañías españolas pueden presumir de estar entre las más prudentes de toda Europa. De hecho, por eso precisamente se han salvado de la ola de malos resultados que han sufrido gigantes como Allianz o Munich Re. Las europeas están mucho más expuestas a la renta variable, a la que destinan más del 15% de la inversión y han sufrido un doble golpe: la depreciación de su cartera y la caída de su propia cotización.

En España sólo dos entidades cotizan (Corporación Mapfre y Catalana Occidente), por lo que el resto se ahorra el daño directo sobre el valor. Además la inversión en acciones está lejos del nivel europeo. En 2001 las compañías destinaron una media del 5% a renta variable de una inversión total de 102.000 millones, según datos de la asociación Icea, que ultima el informe sobre 2002. El año pasado las aseguradoras tuvieron que dotar 820 millones de euros para cubrir las depreciaciones, aunque lograron ganar 1.323 millones, un 13,46% más. Ahora buscan amortiguar el coste de las provisiones. La renta fija y los inmuebles son la alternativa.

Según ha ido avanzando 2002 las entidades han deshecho posiciones, previsiblemente hasta menos del 3,5%, según un informe anterior al cierre de año. Como muestra, Caifor (primera aseguradora de vida), que en marzo del año pasado tenía invertido el 5,2% en acciones (incluyendo fondos de pensiones), cerró diciembre con un 0,5%, según la entidad.

El efecto en las cuentas

'Las compañías han visto que la crisis bursátil se agudizaba y han tenido que retirar posiciones para eludir el efecto en el resultado futuro', señala un alto directivo del sector, que mantiene que el repliegue es general.

Pero hay otras entidades menos conservadoras, como Estrella Seguros y Vitalicio (del grupo italiano Generali, tercero del país) que también han reducido el riesgo, aunque mantienen posiciones más elevadas que otras compañías. Así, Estrella Seguros ha bajado del 8,4% que tenía en 2001 al 5,7% al cierre del año pasado. La depreciación le ha costado mucho más caro en 2002, ya que ha tenido que dotar 37,7 millones frente a los dos millones de 2001, según datos de la compañía. Mientras, Vitalicio ha rebajado levemente el peso de acciones del 4,7% al 3,6% durante el año pasado. Y el colchón para amortiguar las minusvalías latentes le ha costado más del doble en 2002 (38,8 millones).

En el otro extremo, están las filiales de SCH y BBVA, aún más conservadoras. En el caso de SCH Seguros y SCH Previsión, las inversiones de las provisiones matemáticas (ahorro acumulado) en renta variable son inexistentes. Sólo hay una parte de segurfondos que invierten en Bolsa, pero este riesgo lo asume el inversor. Por otro lado, el grupo decidió el año pasado dar un giro a la política de inversiones sobre recursos propios para 'limpiar la cartera', según fuentes de las filiales. Antes se destinaba en torno a un 20% a Bolsa para lograr ingresos financieros y al cierre de 2002 se ha reducido al 0,2% en SCH Seguros y al 11% en SCH Previsión. En este último caso se trata de una cartera antigua con plusvalías latentes de 5,5 millones. El repliegue ha costado minusvalías por 4,9 millones de euros.

El BBVA Seguros no tenía inversión en Bolsa a mediados de 2002 y todo indica que al cierre esto no ha variado.

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