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Bonos de deuda

Dudas sobre la solvencia de bonos de empresas por valor de 35.000 millones

El volumen de deuda empresarial que suspendió pagos en el primer trimestre se mantuvo elevado. En los tres primeros meses del año, 38 empresas dejaron de pagar a los bonistas, por un valor total de 11.300 millones de dólares, lo que supone una tasa de impagos del 1,4%. Aunque el volumen total disminuyó con respecto a finales de 2002, la proporción se mantuvo invariable.

A pesar de este elevado porcentaje, los inversores han apostado por el mercado de deuda empresarial. Al término del año pasado, el diferencial entre los bonos con la calificación financiera más alta y la deuda pública se situaba 1,74%, mientras el diferencial de las empresas consideradas de alto riesgo era del 7,3%. Estas diferencias estaban por debajo del máximo alcanzado en octubre, que situaba estos diferenciales en el 2,13% y el 10,11%, respectivamente.

En lo que va de año, la prima de riesgo de estos títulos ha disminuido. El diferencial se sitúa ahora en torno al 1,68% para los bonos con grado de inversión y en el 1,06% para la deuda con grado de alto riesgo, según datos de Standard & Poor's.

Compañías como Alcatel, Ericsson, Vivendi Universal o Fiat, todas ellas con las bajas calificaciones de deuda, han visto aumentar sus precios, al tiempo que disminuye la rentabilidad.

El rendimiento de los títulos de Alcatel con vencimiento en 2005 ha pasado del 8,467% que marcaba a comienzos de los ataques contra Irak al 7,413%. De igual forma, el interés de los bonos de Vivendi Universal que vencen en 2004 han pasado del 6,483% al 4,718%.

Al mismo tiempo, el rendimiento de la deuda pública también se ha reducido, después de la recuperación vivida a finales del pasado ejercicio. La rentabilidad del bono alemán a 10 años ha pasado del 4,33%, que marcaba a comienzos de enero, hasta el 4,15%. Del mismo modo, el interés de los títulos del Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa ahora en torno al 3,94% desde el 4,03% a principios de año.

Los expertos, no obstante, aconsejan cautela. Según estimaciones de las firmas de calificación de riesgo, unos 38.000 millones de dólares (35.000 millones de euros) están al borde de la suspensión de pagos. El enfriamiento económico, la incertidumbre bélica y las pobres perspectivas empresariales pueden hacer mella en este mercado.

Debilidad de las 'telecos'

Los títulos de empresas de telecomunicaciones acaparan las posiciones financieras más débiles, es decir, con calificaciones de CCC o por debajo, lo que implica que tienen mayores probabilidades de dejar de pagar a los bonistas. El 23% de los bonos que tienen más posibilidades de suspender pagos son de este sector. Le sigue el sector de medios de comunicación y entretenimiento, que representan el 16,9% de la deuda más débil; el de bienes de capital supone el 10,2% y petroleras, bienes de consumo y distribuidoras, un 6,8% cada uno.

Las telecos se enfrentan al reto de mejorar los flujos de caja ante 'una economía débil y la mayor penetración de las operadoras de telefonía móvil en Estados Unidos', según Diane Vazza, del equipo de análisis de renta fija de S&P en Nueva York. Por su parte, el sector de medios de comunicación refleja 'la debilidad del sector turístico y la debilidad del gasto en publicidad'.

La coreana Hynix Semiconductor o las estadounidenses Level 3 Communications, AirGate o Northland Cable Television, todas ellas de los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones, son algunas de las 58 empresas con las calificaciones financieras más bajas, según los analistas de esta firma de inversión. Pero no son las únicas industrias con altas probabilidades de suspender pagos. Mrs. Fields Original Cookies, del sector alimentación, o la noruega Ocean Rig Norway, del petrolero, también podrían dejar en suspenso el pago de la deuda.

La rentabilidad de los títulos de estas empresas, al contrario que otros títulos con mayor calificación de deuda, ha aumentado en las últimas semanas. Así, el interés del bono de Northland Cable que vence en 2007 se sitúa ahora en torno al 13,39%; el de Ocean Rig Norway, con vencimiento en 2006, alcanza el 13%, y el de Level 3, con madurez en 2009, ha alcanzado el 15,98%.

Según los expertos, uno de los riesgos principales para estas empresas es el hecho de que los bancos están restringiendo el crédito a las compañías ante la acentuada debilidad económica. 'Eso amenaza una importante fuente de financiación para las firmas emisoras próximas al impago, porque ya se ven con elevadas dificultades para acudir a los mercados de capitales', afirman.

El investigador de Enron pide datos a S&P y Moody's

La investigación sobre Enron continúa su curso y puede seguir salpicando a más compañías y firmas de inversión. Neal Batson, abogado designado para recopilar información sobre la compañía y entregarla al juez instructor, Arthur González, ha solicitado ante un tribunal poderes para incautar datos de Standard & Poor's, Moody's y Fitch que puedan esclarecer las causas que provocaron la mayor quiebra de la historia de Estados Unidos a finales de 2001.'Las agencias de calificación crediticia, incluyendo sus actuales y antiguos empleados, poseen información considerable', afirmó Batson en su solicitud al tribunal.El abogado quiere tener acceso a documentos de las agencias de calificación de crédito, así como a datos de más de 130 operaciones y sociedades no registradas, utilizadas para ocultar deuda. También ha solicitado información sobre las comunicaciones entre las compañías de calificación y los abogados de Enron.Ninguna de las agencias de riesgo quiso hacer comentarios a Bloomberg y esperan a conocer el documento.Además, Batson ha solicitado que los poderes le sean concedidos con carácter urgente, ya que el próximo informe preliminar del abogado está previsto para el 28 de junio.Batson también solicitó llamar a testificar a Global Change Associates, una consultora de energía y medio ambiente de Nueva York, y a sus empleados, que 'llevaron a cabo una evaluación independiente' de Enron.

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