Nueva York salva la sesión gracias al avance de IBM
El goteo de presentación de resultados prosigue y Wall Street lo ha convertido en asunto de principal interés. La guerra ha pasado a un segundo plano y los indicadores económicos publicados, aunque más débiles de lo previsto, no han llamado especialmente la atención de los inversores.
El mercado asimiló ayer la información financiera, entre otras, de General Motors, Johnson & Johnson o IBM, que anunció beneficios al cierre de la sesión del lunes. Más allá de estas empresas, los inversores estuvieron pendientes de la publicación de cuentas de dos empresas de referencia, Microsoft e Intel, previsto para después del cierre de la sesión y que puede marcar la evolución de las Bolsas en las próximas sesiones.
En este ambiente, los índices permanecieron en tierra de nadie casi todo el día, oscilando en un estrecho rango, con subidas y bajadas inferiores al 0,5%. El S&P 500 cerró con un avance del XX% y el Dow Jones ganó un XX%, gracias al tirón de IBM, que sumó un XX%. El Nasdaq subió un XX%. El volumen fue reducido, XXX millones de acciones.
En el mercado de deuda, el bono del Tesoro a 10 años registraba una nueva sesión de pérdidas, la XX consecutiva. La rentabilidad de los títulos, que se mueve a la inversa del precio, alcanzaba el XX%.
Suben las aerolíneas
General Motors anunció un beneficio neto en el primer trimestre del año de 1.483 millones de dólares (1.386 millones de euros) frente a los 228 millones del mismo periodo de 2002, gracias a los ingresos extraordinarios (505 millones) procedentes de la venta de su negocio de defensa.
Estas cifras estuvieron en línea con lo previsto. Sin embargo, la Bolsa penalizó la acción con una caída del XX% después de que la automovilística reconociera que está 'menos segura' de alcanzar los objetivos iniciales para el ejercicio.
Johnson & Johnson, por su parte, registró una mejora en las ganancias del 13%, a pesar de la caída de ventas de Procrit, medicamento contra la anemia. Bajó un XX% y fue uno de los valores con más negocio del Dow Jones.
El sector tecnológico, no obstante, fue ayer el que acaparó el mayor interés de los inversores. El gigante IBM anunció el lunes, al cierre del mercado, un aumento del beneficio del 16,7%, el primer incremento trimestral en los últimos dos años. Esta cifra quedó ligeramente por debajo de las previsiones de los analistas. El dato de ventas, sin embargo, fue mejor de lo esperado. El mercado aplaudió la fortaleza de ingresos de la compañía con un avance del XX%.
Subieron también las aerolíneas, especialmente AMR, matriz de American Airlines, al borde de la suspensión de pagos, que ganó el XX%. Los distintos representantes sindicales de la compañía, incluidos pilotos, mecánicos y personal de tierra, aceptaron las condiciones impuestas por la compañía, que incluyen recortes de sueldos que permitirán ahorrar costes por unos 660 millones de dólares al año. Estas medidas evitarán, al menos por el momento, la quiebra del grupo aéreo.
Otra firma del sector, Continental Airlines, sumó un XX% después de anunciar pérdidas inferiores de lo previsto. La compañía anunció, no obstante, que tendrá que reducir el número de vuelos si la demanda continúa deteriorándose.
Debilidad de la industria
Los datos económicos, por su parte, fueron peores de lo esperado. La producción industrial cayó en marzo un 0,5%, mucho más del 0,2% previsto por los economistas. La tasa de utilización de factores productivos se redujo al 74,8% en marzo, desde el 75,3% de febrero.
No fueron los únicos indicadores que reflejaron la debilidad del sector manufacturero. La encuesta Empire State, elaborada por la Reserva Federal de Nueva York, también mostró que el panorama de la industria sigue flojo. El índice principal del sondeo bajó a -20,4 en abril, desde el -2,8 en marzo.
Los analistas muestran su preocupación por la debilidad de uno de lo motores económicos de Estados Unidos. 'El sector manufacturero está débil', comentaba un economista de Standard & Poor's. 'Hubo una leve mejora a fines del año pasado, pero ahora, en el mejor de los casos, hemos vuelto a un estado de 'punto muerto', añadía.