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Inversiones

Los tipos de interés de la deuda basura, en su nivel más bajo desde 1999

Los bonos basura están de moda. Warren Buffett, el inversor más influyente del planeta financiero, ha animado a comprar este tipo de deuda, que conlleva un riesgo significativo de impago, pero cuya rentabilidad es alta. Visto los riesgos que implica la renta variable, y a la luz de unas valoraciones que no justifican dichos riesgos, Buffett y otros inversores han optado por la deuda de alto rendimiento. Se llama así a los bonos cuya calificación financiera es de BB o inferior. Los tipos de interés de estos bonos, que evolucionan de forma inversa al precio, han retrocedido a niveles de 1999. La media de rentabilidad de los bonos del índice Goldman Sachs High Yield estaba en el 10,79%, el nivel más bajo desde 1999.

Según la agencia Moody's, la rebaja en la tasa de impago de deuda en este tipo de bonos ha caído del 8,3% al 6,9% el primer trimestre. Es la mayor caída en una década. Las empresas están saneando activos, y el propio ciclo de vida del negocio indica que, quien no ha incumplido ya sus obligaciones financieras difícilmente lo hará. Han pasado ya tres años desde los máximos, es decir, desde la época en la que los inversores hacían cola para comprar deuda de poca calidad. Por lo general, los bonos de menor solvencia ya han fallado, aunque recientemente S&P advirtió de que hay deuda por 38.000 millones que puede resultar impagada en las próximas semanas.

Paralelamente, a mediados de marzo Buffett anunció que había multiplicado por tres sus inversiones en bonos basura porque, según él, 'los bonos tienen valor y las acciones no'. Ha adquirido bonos de Amazon y de otras compañías con baja calificación financiera como Nextel o Level 3 Communications. Las inversiones de Berkshire Hathaway en bonos de alto rendimiento se han triplicado hasta 7.700 millones de euros. Según la agencia Bloomberg, en la semana posterior a las palabras de Buffett los flujos de capital dirigidos a los bonos de alto rendimiento se multiplicaron por cuatro.

Así, se ha reducido el diferencial entre bonos basura y deuda de referencia. La brecha entre el tipo de interés de la deuda de referencia (bono de EE UU a 10 años) y el índice Goldman Sachs High Yield es de 683 puntos básicos, o un 6,83%. Es el nivel más bajo desde abril de 2002, aunque sigue lejos de los 400 puntos registrados durante la burbuja del Nasdaq. En los mínimos registrados por los mercados internacionales en octubre este diferencial era de 1.000 puntos (un 10%). Durante la oleada bajista de las Bolsas en marzo el diferencial siguió retrocediendo.

Este indicador es uno de los más seguidos por algunos profesionales del mercado, pues refleja la confianza de los inversores en el mercado de bonos. En etapas de incertidumbre los compradores de renta fija exigen un mayor tipo de interés para compensar el riesgo que supone entrar en deuda de baja calidad. Menos diferencia implica más confianza y es un buen indicador para la Bolsa.

En octubre del año pasado, o en julio de 2002, tras los escándalos Enron y Worldcom, el diferencial de deuda aumentó. Entonces la incertidumbre alejó el dinero de la deuda con riesgo. Ahora ha ocurrido lo contrario, pero los expertos dudan si se trata de un movimiento provocado por la mayor confianza en las empresas o si, como aconseja Buffett, los inversores están sustituyendo acciones de riesgo por bonos de riesgo.

Los fondos, única alternativa para el particular

Un pequeño inversor no puede bajar al banco y comprar un bono basura. Sólo puede adquirir deuda negociada en el mercado AIAF de deuda empresarial, en la que no cotiza deuda de alto rendimiento. Se negocian bonos de Sol Meliá, cuya deuda tiene calificación de bono basura por Moody's y Standard & Poor's. Pero el resto de la deuda empresarial que se comercializa en las entidades españolas es de alta calidad.Los intermadiarios por Internet no ofrecen deuda empresarial. En cuanto a los bancos de la red comercial, señalan que los inversores particulares nunca piden bonos basura. Hacerlo, incluso para una gran fortuna, es muy arriesgado. Al existir una significativa probabilidad de impago, no es recomendable invertir en deuda de una sola empresa. Los clientes de banca privada sí pueden pedir a su gestor que les compre bonos basura. Su gestor se pondrá en contacto con un intermediario internacional (JP Morgan, Citigroup, Credit Suisse, etc.) y éste adquirirá el bono. No hay ninguna traba regulatoria, confirma la CNMV.La mejor alternativa son los fondos de inversión. En España se comercializan 68 fondos de deuda de alto rendimiento, aunque sólo dos de ellos están domiciliados en España. El resto son de gestoras extranjeras.25 de estos fondos han obtenido en lo que va de año una rentabilidad superior al 5%. Las comisiones son altas, pero inferiores a las que se pagarían comprando directamente, y la inversión está diversificada.

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