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Informe

El SCH cifra el valor de mercado de La Caixa en 11.000 millones de euros

La sociedad de valores del SCH ha realizado la primera valoración del precio de mercado de las cajas. Para la división de análisis bursátil del mayor banco español, si las 10 mayores cajas de ahorros pudiesen ser compradas y vendidas como un banco, éstas valdrían unos 34.000 millones. Más o menos el valor bursátil del SCH.

La Caixa, la mayor caja española, valdría en Bolsa unos 11.000 millones de euros, según los cálculos de Boris Molina, Alberto Sánchez y Santiago López Díaz, autores del informe que tiene fecha del 8 de abril. Con esta valoración, la caja catalana se quedaría a bastante distancia de los 32.139 millones a los que cotizaba el viernes el SCH y del BBVA, con 28.411 millones.

Eso sí, superaría holgadamente al Banco Popular, con una capitalización de 8.957 millones. Esta tercera posición en valor de mercado está en línea con su cuota en activos.

Caja Madrid valdría, según estos cálculos, 6.700 millones de euros, lo que colocaría a la institución madrileña como la cuarta entidad por valor de mercado, por delante de Banesto (4.970 millones) y tres veces mayor que Bankinter (poco más de 2.000 millones).

Extrañas criaturas

Para calcular el valor de mercado de las cajas, el SCH Bolsa ha tomado el ROE sostenible de cada entidad, su PER, el precio dividido entre el valor en libros y el valor de la franquicia (que calcula el valor de cada punto de cuota de mercado en depósitos). A partir de estas cuatro variables, la sociedad calcula una valoración media que sería el precio de mercado de cada caja. Este hipotético valor de mercado muestra la buena posición de estas 'extrañas criaturas desde el punto de vista legal' en el sistema financiero.

Bajo el título ¿Quieres saber un secreto?, el informe es una sucesión de argumentos a favor del 'poderoso y eficiente' sector de las cajas y de la inversión en cuotas participativas. Así, 'la percepción común' es que este sector, que siendo 'cuasi público', debería ser 'ineficiente, poco rentable y mal gestionado'. Sin embargo, la sociedad asegura que la realidad dista de ser así.

Sus ratios han sido 'históricamente' más altos que los de la banca. Y por esta razón, y 'dado el momento por el que atraviesan, su expansión, combinado con sus costes más bajas y su gran exposición al sector hipotecario', el SCH espera que sus activos crezcan 'más rápidamente' que los de los bancos en los próximos tres años.

El SCH, por ello, asegura que las cuotas participativas proponen ' oportunidades interesantes de inversión'. En primer lugar, las cajas han demostrado ser un competidor eficaz, a pesar de 'no disfrutar de significativas e injustas ventajas regulatorias', ni crecer a base de 'políticas de precios depredadoras' insostenibles en el futuro.

En segundo lugar, para defender la conveniencia de invertir en cuotas, se expone la falta de medios de las cajas para obtener recursos. Hasta el momento, para mantener el crecimiento en la expansión de los préstamos y en su cartera industrial, las cajas se han 'apoyado en la emisión de participaciones preferentes y subordinadas'.

Así, del incremento total de recursos propios desde 1995, el 42% ha provenido de participaciones preferentes u obligaciones. Estas fuentes de financiación supone el 36% del total (por encima de las recomendaciones del Banco de España). Una de las máximas preocupaciones ha sido el 'limitado crecimiento' del core capital de las cajas, ya que su única forma de ampliar el capital es a través de los beneficios. Por ello, y teniendo en cuenta que algunas cajas han superado el límite del 30% de sus recursos propios captados con preferentes, 'algunas cajas pueden considerar las cuotas participativas que computan como Tier I como una atractiva -si no la única- fuente de financiación'.

Además, de cara a los inversores, el SCH asegura que 'comprar cuotas significaría mucho más que sólo adquirir un negocio de cajas', fundamentalmente por su 'cada vez más importante cartera industrial'. Destaca la de La Caixa, valorada en 10.000 millones, con plusvalías latentes de 1.300 millones.

'Entender a las cajas', afirma, 'es crucial para entender a los bancos españoles, ya que las primeras son los principales rivales a los que se tienen que enfrentar en la mayor parte de productos'.

Y el buen momento de las cajas va a durar. El SCH no prevé 'una caída repentina en su crecimiento, o un derrumbe en el mercado inmobiliario o una profunda recesión'. Por ello, estas entidades 'deberían seguir disfrutando de buenos momentos a expensas de los bancos'. En cualquier caso, si se produjese una ralentización 'significativa' (e imprevista para el SCH), las cajas sufrirían 'de forma sustancial', sobre todo las que han seguido estrategias agresivas en precios fuera de sus regiones.

La teoría de una muerte por éxito

Hace ya casi ocho años, en junio de 1995, el servicio de estudios de otro gran banco, el BBV, realizó un informe sobre el sector de las cajas de ahorros. Su título: Entre el mito y la realidad.En ese informe el BBV afirmaba que las cajas de ahorros habían tenido hasta entonces un 'claro éxito' en una fase de 'mutua competencia'.En el informe se reconocía la capacidad de las cajas para ganar cuota de mercado en productos y se aseguraba que 'la capilaridad de su red de oficinas y el personal empleado es igualmente cada vez más cercano al bancario'. Destacaba como 'aspecto llamativo' la 'cada vez más frecuente adquisición de bancos por parte de las cajas'.Pero auguraba que en la medida en que su actividad se diferenciase cada vez menos de la bancaria, 'cabría pensar que las señas de identidad que han justificado hasta ahora su peculiar configuración jurídica vayan igualmente diluyéndose'. Esta teoría, defendida por los bancos, no se ha llegado a cumplir. De hecho, con la Ley Financiera se ha vuelto a ratificar su estatus jurídico, defendido por todos los grupos políticos.El estudio del BBV (de carácter interno) aseguraba, no obstante, que 'la mejor garantía de supervivencia para las cajas pasa por una vuelta a sus valores fundamentales'. Y añadía curiosamente que si las cajas 'sucumbieran a la tentación de aprovechar la imagen que aún poseen, para adoptar políticas centradas en un aumento de la cuota de mercado, su razón de existir dejaría de ser evidente; con lo que muy bien pudiera ocurrir que, a largo plazo, las cajas terminaran siendo víctimas de su propio éxito'.Ocho años después de realizarse este estudio, las cajas siguen ganando cuota de mercado a la banca, su naturaleza jurídica se mantiene y se han convertido en varios casos en el relevo de la banca en el capital de las grandes empresas.

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