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Empresas españolas, entre las favoritas

Con la guerra a punto de tocar a su fin, pocos son los países que no están interesados en participar en la reconstrucción de Irak. No es para menos. Están en juego miles de millones de dólares. Las empresas estadounidenses y británicas han sido las primeras en mover ficha, pero está por ver el rol que desempeñarán otros países.

El papel de España parece más claro. Esta semana se ha sabido que el Gobierno español espera tener una participación equiparable al que ha sido su apoyo a Washington antes y durante el conflicto, es decir, ser el tercero. Además, según algunas fuentes, el Gobierno español estaría interesado en formar parte del primer Gobierno interino de Irak, lo que supondrá una mayor oportunidad para las empresas españolas, según los analistas. Esta semana ha trascendido que el Gobierno de Aznar ya ha mantenido contactos con la CEOE para definir las prioridades de la participación de las compañías. En principio, los sectores más beneficiados serían los que desarrollan proyectos de agua, gas, líneas eléctricas, líneas telefónicas, obras públicas, viviendas y hospitales. 'Las empresas más beneficiadas serán las ingenierías que desarrollan proyectos de diseño y de infraestructuras', señala Álvaro Winzer, de Beta Capital MeesPierson. 'Aunque las más grandes son las de EE UU, España podría optar a través de las filiales de ingeniería que tienen las eléctricas y constructoras', añade.

'ACS-Dragados, Ferrovial y FCC podrían hacerse con parte de las licitaciones gracias a la postura del Gobierno español ante el conflicto. Las cantidades que se barajan no están determinadas, pero podrían compensar una eventual reducción de ingresos por obra civil', sostiene Fernando J. Fernández, de Consors. Una opinión que ya arrojaba Merrill Lynch antes del estallido del conflicto, cuando situaba a tres de estas constructoras entre las beneficiadas por el proceso de reconstrucción iraquí. No obstante, estas compañías han reiterado que esta hipótesis carece de fundamento y aseguran que no existen expectativas inmediatas de hacer negocios en Irak.

Otro de los sectores más favorecidos sería el del petróleo. Las petroleras extranjeras están ausentes de Irak desde que en 1972 el Gobierno nacionalizó la industria. Pese a que a principios de los noventa Irak empezó a negociar el desarrollo de los campos petrolíferos del sur del país con compañías como Eni, Total y Repsol YPF, el embargo de Naciones Unidas en 1990 impidió la firma de los contratos. Ahora la situación es bien diferente y todo indica que Cepsa y Repsol podrían hacerse con alguno de los contratos. El presidente de Repsol ya anunció que está dispuesto a estudiar las oportunidades de negocio que se presenten en Irak. Según Consors, 'su participación no está tan clara, ya que está en función de los derechos adquiridos por el Gobierno español en la zona'. 'De todas formas, las bajadas en la cotización del crudo no le favorecen, por lo que deberá estar muy atenta a cualquier oportunidad que surja en la zona', explica Fernández. A favor de Repsol estaría, según Winzer, el hecho de que tiene experiencia en la zona.

Con todo, y pese a las oportunidades que ofrece la zona algunas empresas, como Total, ya han mostrado sus reticencias a firmar contratos con un Gobierno interino, según Bloomberg. 'Necesitamos asegurar nuestros inversores y socios en algún consorcio antes de invertir grandes sumas de dinero, lo que se retrasará al menos hasta dentro de un año, quizá mucho más', manifestaron desde la compañía francesa a esta agencia.

Indirectamente, otros sectores también se verían beneficiados del final del conflicto. La desaparición de las incertidumbres favorecerá al sector del turismo y a compañías como Iberia y NH Hoteles, según Renta 4.

La Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha puesto en marcha hasta el momento ocho concursos relacionados con las actividades de reconstrucción de Irak. Las características de los contratos son las siguientes:

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