El G-7 intenta conciliar posiciones sobre Bagdad
Con las perspectivas de crecimiento a la baja, según el recién publicado informe de primavera del FMI, y el tenso ambiente dominado por la situación en Irak, los responsables de Finanzas de los países más ricos del mundo se reunieron ayer con el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, para intentar conciliar intereses y políticas.
Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón celebraron ayer el primer encuentro de los siete países más industrializados desde que el multilateralismo empezó a chirriar por el conflicto con Irak. Pese a que la conciliación en todos los puntos está lejos de ser una realidad, Snow ha repetido en los últimos días que la relación de los ministros de Finanzas es 'impecable'.
Tras la reunión de ayer, que no había finalizado aún al cierre de esta edición, habrá mayor claridad sobre hasta qué punto esta relación puede salir indemne de las obvias diferencias que se detectan en otros foros multilaterales. Snow ha señalado hasta ahora dos puntos fundamentales de la agenda: la promoción del crecimiento en los países desarrollados y la dinamización del comercio.
Sin embargo, la cuestión fundamental del momento es la reconstrucción de Irak, para la que Snow quiere contar con el concurso de sus socios, incluidos Francia, Alemania y Canadá. Las previsiones indican que el G-7 está dispuesto a apostar por una recuperación económica de los países que lo integran a finales de 2003 y a bendecir la actual política monetaria. En este sentido, se espera que se dé por bueno el actual precio del dinero y se rechacen más recortes de tipos.
En las reuniones paralelas, en las que participa el FMI, se ha discutido, sin embargo, sobre la rebaja de los tipos de interés en Europa para ayudar a la economía alemana, fundamentalmente, y disipar así el fantasma de la deflación en este país.
En Roma, fuentes del Gobierno italiano aseguraron a Reuters que el G-7 se mantendrá vigilante antes de tomar una decisión sobre este punto. Por su parte, el subsecretario del Tesoro, John Taylor, comentó esta semana que el G-7 está preparado para afrontar con celeridad cualquier atisbo de crisis económica.
Washington asegura que ha hecho sus deberes para emprender una recuperación económica, ya que cuenta con 'una solvente política fiscal y monetaria', según dijo Snow el jueves, para admitir después que la mejora en su país tiene un ritmo lento. Snow confía en que los recortes de impuestos promovidos por George Bush aceleren esa recuperación.
Pero el punto más conflictivo de esta agenda del G-7 es la reconstrucción de Irak y la intención de Snow de que naciones como Rusia y Francia condonen parcialmente la deuda de los iraquíes.