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Madrid

El Ibex se alinea con el resto de los mercados europeos y baja un 0,94%

El Ibex se movió ayer en una zona de confusión de principio a fin de la jornada tras el desmarque que hizo la víspera del resto de los mercados europeos. El principal indicador del mercado nacional abrió con una caída del 1,4% que fue recortando hasta la apertura de Wall Street.

El índice se dejaba al cierre un 0,94%, con un volumen de negocio que sigue sin invitar al optimismo. 1.301 millones de euros netos se cambiaron de manos; de las cifras más bajas obtenidas en el año. La sesión fue apática, sin sobresaltos y en espera de la reacción de los mercados estadounidenses después de la entrada de los marines a la ciudad de Bagdad. La apertura a la baja en coincidencia operativa provocó la huida de los inversores y los mercados ahondaron en las pérdidas.

Las referencias económicas y empresariales han tomado el relevo de los partes de guerra. Los malos augurios que hicieron algunas de las compañías de peso como Nokia, Roche o Axa no han dado tregua a los mercados tras el conflicto. Hay analistas que reiteran lo caras que siguen estando las Bolsas y algunos valores, como Yahoo, que el miércoles presentó unos resultados positivos, pero que conserva un PER de 100 veces. Precisamente, los resultados de la firma de Internet reportaron una leve ganancia a Terra, del 0,21%.

En el caso de la Bolsa española, los mayores recortes se concentraron en los valores con mayor subida en sesiones pasadas. Así, Arcelor y Sogecable perdían el 4,64% y el 4,25%, respectivamente.

En el polo opuesto se situaron Gamesa y Dragados, con avances del 2,01% y el 1,70%. Pero el peso de los grandes valores decidió por enésima vez el cierre de la Bolsa. Santander, Telefónica y BBVA fueron, por este orden, las compañías que más lastraron al índice. Perdieron un 2,04%, el 1,34% y un 0,81%, que en puntos significa un recorte de 60,70 para el índice.

El Ibex se mantiene a duras penas por encima de los 6.400 puntos (ayer cerró a 6.407,8), aunque en lo que llevamos de mes acumula una revalorización del 9,15%.

Lo que preocupa ahora tanto a analistas como a inversores es lo que tendrán que soportar los mercados a partir de este momento. 'Se advierte, incluso, un énfasis menor de lo previsto por la ausencia de noticias relativas al paradero de Sadam Husein', dice el economista Luis Alarcón. 'Yo no despreciaría este asunto', añade, y 'tampoco los comentarios sucesivos de altos mandatarios de la Administración Bush con relación a las posiciones diplomáticas, cada vez más tensas, con Siria, Irán y Corea'.

Sin especulaciones

'El paso de las preocupaciones sobre la guerra a las derivadas del momento económico son lógicas, porque esta guerra, a diferencia de otras, se ha vivido al instante, con cotizaciones y especulaciones al instante. Finalizada la guerra, al menos en la parte de mayor actividad bélica, muy poco se puede especular ya de este asunto', dice Andrés de la Fuente, gestor.

'Lo bueno de la guerra, por decirlo de algún momento, ya ha sido cotizado por las Bolsas. Ahora sólo cabe esperar desenlaces negativos inesperados, que ojalá no se produzcan, y coger el toro de la economía por los cuernos', dice Ana María Pérez, operadora de Bolsa.

'Las Bolsas han estado castigadas desde noviembre por la amenaza de la guerra en Irak. Sus principales implicaciones económicas se centraban en la incertidumbre que podía retrasar el gasto de los agentes económicos y el riesgo de la subida en los mercados del petróleo', dice José Luis Martínez, economista jefe en España de Citigroup.

'Los datos económicos parecen dar la razón al primer punto. Sin duda, los consumidores y empresas han moderado su gasto durante el primer trimestre atenazados por todos los miedos sobre el conflicto, pero el petróleo no sólo no ha subido, sino que ha descendido hasta los niveles previos a final del 2002. La guerra parece estar próxima a su fin, y muchos analistas advierten que el deterioro económico podría prolongarse', añade Martínez.

Estos sentimientos coinciden en el tiempo con la publicación de previsiones y advertencias por parte de los principales organismos supranacionales. La última ha sido la del director general del Fondo Monetario Internacional, al señalar que los mercados están sobrevalorados. Una advertencia a tener en cuenta, pero que no debería condicionarnos la vida. 'Es que los mercados están sobrevalorados'.

Los expertos destacaban ayer, en esta dirección, los comentarios que hacía Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, justo en el momento en que las televisiones ofrecían imágenes del derribo de una estatua de Sadam Husein en el centro de Bagdad. Greenspan señaló que 'tendremos que esperar algún tiempo más a conocer el impacto definitivo de la guerra sobre las economías'.

Para los analistas de Safei, la evolución de la renta variable para el corto plazo no está nada clara. 'En la medida en que los fundamentales vuelvan a acaparar la atención de los mercados seguiremos recomendando cautela, a la espera del definitivo fin de conflicto, que podría puntualmente hacer rebotar a los mercados', comentan.

El índice de confianza de la Universidad de Michigan será la primera gran línea de fuego para las Bolsas tras la guerra.

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