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Guerra en Irak

Las tropas aliadas afirman que controlan parte de la capital

Desde las seis y media de la mañana de ayer, los habitantes de la capital iraquí soportaron una verdadera andanada de bombas, misiles y balas de las fuerzas coaligadas. Más de 1.000 efectivos de infantería, blindados y tanques, entraron a esa hora al centro de Bagdad, más concretamente al complejo presidencial, al hotel Rachid y a la sede del Ministerio de Información. En ese lugar comenzaron a desarrollarse, poco después, duros e intenso enfrentamientos entre la resistencia militar y civil iraquí y las tropas estadounidense.

Pocas horas más tarde, la infantería norteamericana controlaba dos de los palacios presidenciales de Bagdad, pero no logró ocupar el hotel ni el Ministerio de Información. El ataque había sido precedido por bombardeos de artillería y de misiles. Al respecto, el portavoz del Mando Central estadounidense en Qatar, general Vince Brooks, afirmó al mediodía que el Gobierno de Sadam Husein había perdido el control de una parte de Bagdad. Los militares de Estados Unidos han reconocido al menos dos bajas en el asedio a la capital.

Por la tarde, los ataques con misiles y bombas de los aliados se repitieron sin cesar y continuaron también las acciones de respuesta y resistencia iraquí. En una de éstas, murieron dos periodistas, uno de ellos el enviado especial de El Mundo, Julio A. Parrado, y dos soldados estadounidenses. Un misil iraquí, que impactó sobre un centro de comunicaciones aliado, fue la causa de estas muertes.

En realidad, el bombardeo aéreo y de artillería al que los invasores someten a la capital iraquí es constante. Según fuentes militares de EE UU, los iraquíes intentaron volar ayer un puente al sureste de la ciudad cuando sus soldados estaban por comenzar a cruzarlo. Entre los efectivos estadounidenses existe el convencimiento de que las próximas 48 horas serán decisivas para conocer el grado de resistencia militar organizada de Irak. El diseño de la toma de Bagdad variará en función de la defensa que las fuerzas norteamericanas encuentren en el interior de la ciudad, dijeron las mismas fuentes.

Algunos oficiales confían en la desintegración de la Guardia Republicana iraquí y su principal temor es la acción de fuerzas civiles y de guerrilleros islámicos que puedan cometer atentados suicidas. El riesgo de acciones de guerrilla urbana parece, en estos momentos, mayor que el de una oposición militar organizada. Sin embargo, persiste la duda de que la aparente desbandada de la Guardia Republicana en el perímetro exterior de la capital no sea otra cosa que un repliegue táctico. Esta cuestión no podrá ser aclarada más que con el desarrollo de la lucha misma. Bagdad está completamente cercada, por el este y el oeste, y es continuamente bombardeada por los aviones y los tanques de los soldados estadounidenses de la coalición que busca ocupar el país y cuyo optimismo crece de hora en hora.

Así, mientras el asedio de Bagdad se intensifica, los paracaidistas británicos, con el apoyo de tanques y helicópteros artillados, comenzaban ayer a controlar el sur del país.

Los británicos, en Basora

Unos 700 soldados armados con rifles automáticos desfilaron ayer por el centro de Basora, pasando junto a los cadáveres de milicianos iraquíes que yacían sobre un terreno baldío a ambos lados de la carretera principal. Hombres, mujeres y niños salían a las calles a observar la entrada de los ocupantes.

Un portavoz del Ejército británico había dicho previamente que todavía quedaban focos de resistencia de partidarios de Sadam Husein. Sin embargo, los militares que entraron en la ciudad señalaron que la mayor parte de la resistencia ha sido dominada en una incursión del domingo pasado que involucró a más de una docena de tanques y vehículos blindados. Tres soldados británicos murieron el domingo en los combates contra la resistencia iraquí.

A pesar de los claros avances en una neutralización definitiva de las fuerzas militares de Irak, el mando militar central en Doha afirmó ayer que el régimen iraquí 'mantiene todavía cierta capacidad militar', por lo que no se debe pensar en un final inminente de la guerra. 'Aún nos queda un largo camino para celebrar la victoria', dijo el general Brooks en rueda de prensa y agregó que 'no se ha encontrado a ningún dirigente iraquí'.

En Washington, la National Public Radio informó ayer que fuerzas estadounidenses habían encontrado misiles equipados con potentes armas químicas. La emisora de radio, que adjudicó esta información a un alto oficial de la Primera División de Marines, dijo que los cohetes tenían gas sarín y gas mostaza y estaban 'listo para ser disparados'. El Comando Central de EE UU en Qatar no hizo ningún comentario sobre esta información.

Por otra parte, el embajador de Rusia en Bagdad, Alexandr Titorenko, llegó ayer a Siria desde donde acusó a las tropas estadounidenses de haber tiroteado 'intencionadamente' la caravana de diplomáticos rusos, con un saldo de cinco heridos. Moscú pedirá explicaciones a Washington sobre el hecho.

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