Europa quiere que el Banco Mundial lidere la gestión de la reconstrucción
Varios países de la Unión Europea aprovecharán la asamblea semestral del FMI y del Banco Mundial para intentar sacar adelante su plan de reconducir la gestión de la posguerra en Irak hacia los organismos internacionales.
La ministra alemana de Desarrollo, Heidemarie Wieczorek Zeul, aseguró ayer que 'muchos donantes del Banco Mundial comparten la idea de que esta posición debería ser adoptado por el comité de desarrollo del banco; que debería haber un mandato para que el Banco Mundial tenga un papel activo'.
En la misma línea, el ministro de desarrollo sueco, Jan Karlsson, aseguró que 'la Unión Europea está intentando ahora encontrar, espero que con éxito, una posición común respecto a que el marco legal debe proceder de la ONU'.
'Irak no puede ser reconstruido como un protectorado de Estados Unidos, debe hacerse bajo el auspicio de Naciones Unidas', remachó Karlsson. 'El primer test de esta posición común será la reunión del Banco Mundial', aseguró el ministro sueco.
El comité de desarrollo del Banco Mundial es un foro a nivel ministerial que está previsto que se reúna el próximo domingo, día 13, en el marco de las asambleas semestrales del FMI y del BM.
Los dos ministros, que coincidieron en una conferencia sobre la política de desarrollo de la UE en Berlín, aseguraron que la posición respecto al Banco Mundial es compartida por muchos países en el seno de la UE, incluido Reino Unido.
En la reciente reunión del Ecofin en Atenas, el pasado fin de semana, la Comisión Europea pidió a los ministros de Economía que mantuvieran una posición común de cara a las reuniones del G-7 y del FMI. Aunque la unanimidad de los Quince en estos foros parece descartada, sí que aumenta el número de Estados que apuestan por dirigir la cooperación económica a través del banco.
De hecho, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que tanto la ONU como el Banco Mundial deben jugar un papel destacado en la reconstrucción de Irak. Según Rato, la aportación del banco a la gestión de Irak viene avalada por 'una importante experiencia en valorar y establecer cuáles deben ser los pasos para reconstruir desde el punto de vista material, político y social una sociedad como Irak'.
Precedente, Afganistán
El Banco Mundial ya ha desarrollado el papel de centralizador de la ayuda económica en Afganistán tras la guerra liderada por EE UU para derrocar al régimen talibán. El organismo multilateral es el administrador actual del fondo destinado a la financiación de la reconstrucción, a partir de donaciones bilaterales de distintos países a Afganistán, y forma parte del comité de gestión de los proyectos de reconstrucción del país.
Pese al precedente de Afganistán y el consenso creciente en torno a la definición de un papel para la ONU y el Banco Mundial en la posguerra, la oposición de Estados Unidos a ceder el protagonismo en Irak hace difícil su implementación.
De ahí que muchos países hayan desplegado, al mismo tiempo, sus esfuerzos diplomáticos para hacerse con parte del pastel de Irak después de la guerra.
Es el caso de España, el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, confirmó ayer que altos cargos del Gobierno español, él incluido, han mantenido contactos con la Administración estadounidense para asegurar que empresas españolas serían beneficiarias de los contratos derivados de la reconstrucción iraquí. Fuentes oficiales de La Moncloa negaron la semana pasada que se hubieran iniciado negociaciones formales en este sentido.
De momento, la ayuda destinada por EE UU a estos fines, a través de la Agencia de Desarrollo Internacional (Usaid), sólo permite que los contratos se adjudiquen a empresas estadounidenses por motivos de 'confidencialidad'. Estas empresas, no obstante, pueden subcontratar con terceros el 50% de los servicios adjudicados.