Sony se reorganiza y da protagonismo a sus negocios de juego y entretenimiento Cierre de planta de procesadores en Estados Unidos

El gigante japonés Sony quiere dejar de ser una compañía focalizada en electrónica de consumo para pasar a ser otra ligada a la Red y la banda ancha. El lunes dio pasos en este sentido. La multinacional anunció una reestructuración corporativa que da más fuerza a sus negocios de juegos y entretenimiento, pensando en la cada vez mayor convergencia de los contenidos y la Red. Ken Kutaragi, padre de la popular videoconsola Playstation, salió reforzado con los cambios al ser nombrado vicepresidente ejecutivo de Sony.

Sony ha equiparado los juegos y el entretenimiento a la electrónica de consumo en términos de desarrollo de negocio. Quiere estar preparada para la nueva era de la banda ancha. Y esta es la razón que ha llevado a la compañía a anunciar esta semana importantes cambios en su organización empresarial y nombramientos que indican claramente por dónde va a ir la compañía en los próximos años.

Tanto Howard Stringer, responsable de la división de entretenimiento, y Ken Kutaragi, promotor de la videoconsola Playstation han salido reforzados. Ambos han sido nombrados vicepresidentes de la corporación, lo cual supone que el gigante japonés empieza a considerar prioritarios dos negocios que hasta ahora no había tratado como partes esenciales de sus operaciones.

La unidad de juegos (que incluye la videoconsola Playstation de la que se habían vendido más de 50 millones de unidades a finales de enero de este año) ha sido la responsable de más del 35% de los beneficios operativos de Sony en el último trimestre de 2002. Y Sony Pictures Entertainment consiguió el año pasado unos ingresos de 1.570 millones de dólares sólo con éxitos de público como Spiderman.

La compañía ha renovado su gestión empresarial a escala mundial creando centros regionales en Asia, Europa y América con sus respectivos representantes. 'Es un puesto de nueva creación, y lo que se persigue es que estas personas, manteniendo la independencia de cada negocio, miren todo de forma horizontal y busquen sinergias entre las distintas operaciones de la compañía', explica Pedro Navarrete, presidente de Sony España. En definitiva, que ayuden a conducir la convergencia del entretenimiento y la electrónica. Las videoconsolas, por ejemplo, ya han demostrado ser una buena vía para acceder a la banda ancha.

Según el directivo español, la multinacional japonesa tiene una posición de privilegio para liderar el futuro. 'Tenemos el hardware, los contenidos y las tuberías las tecnologías para las infraestructuras. Y no debemos desaprovechar esta oportunidad', añade.

Sony, que quiere establecer una estructura empresarial al estilo americano, distinguiendo las funciones de dirección de las de supervisión, estará dividida en cuatro network companies, es decir, compañías preparadas para el mundo de la Red, con tres grupos de negocio.

La compañía de productos electrónicos de consumo también anunció el lunes el cierre de una fábrica de microprocesadores en San Antonio (Tejas, EE UU), lo que afectará a unos 600 empleos. Según un portavoz de Sony, la multinacional comunicó tres días antes a los trabajadores que detendrán la producción en la planta a finales del próximo mes de septiembre, aunque asegura que se les ha ofrecido la opción de rellenar una solicitud para ocupar puestos dentro de la compañía en otras localidades.

La fábrica produce semiconductores para distintos equipos de telecomunicaciones y para el sector audiovisual, tanto para Sony como para otras compañías.

Un portavoz de la firma japonesa aseguró que la razón del cierre está en que 'el mercado de circuitos integrados se encuentra en un momento de baja actividad'. Precisamente, el pasado lunes, el grupo de estadísticas mundiales de semiconductores explicaba que las ventas mundiales de chips cayeron en el mes de febrero hasta los 11.840 millones de dólares, un 3,3% menos que el mes anterior, informa Reuters.

Los nuevos datos arrojan muchas dudas sobre las esperanzas de la recuperación de este sector, que ya vivió malos tiempos durante los años 2001 y 2002.