Los expertos temen desequilibrios en las Bolsas el 'día después' de la guerra
La secuencia que desarrollan los mercados financieros desde hace tres semanas es muy simple en su recorrido. Bolsas y dólar van cogidos de una mano. De la otra, bonos, petróleo y oro. Suben los primeros, bajan los segundos. Bajan los primeros, suben los segundos.
Este comportamiento tan simple denota, según los expertos, un protagonismo extremo del conflicto en Irak y un desprecio total de los fundamentos económicos. El miedo está ahora en el día después de la victoria, cuando los mercados vuelvan a cotizar sus propias noticias y expectativas.
Tanto la Bolsa como los activos refugio están prácticamente en los mismos niveles que hace un par de semanas, justo cuando comenzó el conflicto. El Ibex ha subido un 0,05%, la rentabilidad del bono ha pasado del 4,24% al 4,13%, el euro ha subido un 1,88% frente al dólar y el precio del petróleo ha recortado un 5%.
Un estudio reciente de Credit Suisse First Boston desvela que ahora más que nunca ha aumentado la correlación entre las acciones individuales y el conjunto del mercado, lo que indica que los temores de la guerra y la posibilidad de una recesión influyen ahora más que los beneficios empresariales.
'Se han generado grandes pantanos especulativos que pueden reventar las presas de contención. Por un lado, se ha creado una gran balsa de liquidez por el miedo a la guerra. Por otro, un movimiento especulativo sin precedentes en los bonos, porque todo el mundo apuesta por nuevas caídas de los tipos de interés debido a la incertidumbre bélica. La burbuja inmobiliaria ha vuelto a crecer, tanto por el afán de tener bienes tangibles como por el derivado de la especulación. El petróleo ha desoído, asimismo, cualquier referencia temporal. Deshacer éstos el día después no será fácil y quizá entrañe más peligros que la propia guerra', dice el economista Juan R. Antúnez.
Los analistas de Safei destacan que 'los decepcionantes datos económicos que se han publicado en Europa y en Estados Unidos en los últimos días no han tenido impacto en unos mercados que se mueven al compás de las noticias que provienen del conflicto. æpermil;ste va a seguir marcando la pauta en los próximos días, pero una aproximación al final del mismo marcará un giro matizado por la evolución de los fundamentales. Por ello recomendamos mucha cautela'.
Referencias negativas
En la misma línea se expresa Iván San Félix, experto de Intermoney. 'Los últimos datos económicos que ha dado a conocer Estados Unidos han sido bastante malos. Si después de la guerra no empieza a notarse una recuperación en el consumo, se corre el peligro de caer en una recesión. æpermil;ste sería el escenario más negativo para los mercados, que obligaría a los inversores a tirar la toalla después de tres años consecutivos de fuertes caídas', comenta.
Una encuesta realizada entre gestores de fondos por Reuters desvela, asimismo, que las Bolsas podrían subir a medida que se acerque el final de la guerra, pero 'si las cosas empeoran en Irak, se verán precios más bajos en las acciones y rendimientos más cortos en los bonos'. Del mismo modo, pronostican poco potencial para el dólar y que el precio del crudo seguirá recortándose hasta los 25 dólares el barril, un nivel que reduciría los temores de algunos analistas que están preocupados por la posibilidad de que los elevados costes del combustible afecten a la economía mundial.
Juan María Soler Ruiz, gestor de renta variable del Sabadell Banca Privada, considera que el escenario de fondo para los mercados sigue siendo muy negativo. A su juicio, todavía subsisten muchos problemas empresariales, con rebajas de expectativas, y una importante debilidad en el dólar, que si se acentúa sería muy peligroso. 'Al margen de la guerra, las Bolsas siguen caras. El S&P tendría que descender hasta los 700 puntos un 20% menos que la cota actual para alcanzar un nivel atractivo de inversión con un PER de 14 veces. Igual ocurre con el Euro Stoxx, que tendría que colocarse sobre los 1.800 puntos está un 16% por encima, que ha tocado recientemente'.
Los estrategas de Merrill Lynch no cambian su percepción sobre la Bolsa de Estados Unidos. En un comunicado divulgado el martes, la firma mantiene su objetivo de 860 puntos para el S&P500 (es el nivel de los últimos días) y un porcentaje del 45% para las acciones, 35% para los bonos y un 20% en liquidez'.
JP Morgan mantiene mayor peso sobre la Bolsa. De hecho lo ha aumentado esta semana hasta el 75%, frente a un 25% de los bonos.