La economía manufacturera española se contrae por sexto mes consecutivo
El crecimiento en general de la economía manufacturera española se contrajo en marzo por sexto mes consecutivo. El Índice PMI español (Índice Económico de Gestión de Compra) ajustado estacionalmente registró 48,4, descendiendo desde los 48,6 en febrero, sugiriendo que el ritmo de declive en general ha sido ligeramente más acentuado que el mes anterior. Un índice situado por debajo del nivel 50 señala una contracción.
El PMI de marzo fue afectado negativamente por cuatro de sus cinco componentes, ya que, en la última encuesta, los nuevos pedidos se contrajeron, el nivel de la plantilla en general se redujo, los stocks de compras descendieron y los plazos de entrega de los proveedores se acortaron.
Tan sólo un aumento marginal de la producción tuvo un efecto positivo. El nivel de la producción se expandió en marzo por primera vez en cuatro meses, siguiendo dos meses consecutivos de declive prácticamente insignificante del volumen de la producción. Las empresas informaron de que los esfuerzos por incrementar aún más la producción fueron restringidos debido a la debilidad del volumen de los nuevos pedidos, pero fue necesario incrementar ligeramente la producción para prevenir la reducción de los stocks de productos terminados.
El nivel de la cartera de pedidos se contrajo por sexto mes consecutivo, ya que la incertidumbre económica ha repercutido en el volumen de los nuevos pedidos. A su vez, la cartera de pedidos para exportaciones se contrajo en el mes anterior por noveno mes consecutivo y la última encuesta indicó un acentuado declive del nivel de nuevos pedidos para exportaciones.
Por su parte, el nivel de empleo se contrajo también por noveno mes consecutivo en marzo, y la última pérdida de empleo reflejó el crecimiento casi estancado de la producción y una cartera de pedidos más débil. A pesar de lo cual, el ritmo de la pérdida de empleo se ha ralentizado por segundo mes consecutivo.
En cuanto a los precios, experimentaron en el mas precedente el mayor aumento desde diciembre de 2000. Los fabricantes españoles lo atribuyeron ampliamente a la subida del precio del acero, aunque los altos precios del crudo fueron la fuente de inflación más mencionada, ya que la reciente caída del precio del crudo está todavía por llegar.