Covirán crea un grupo distribuidor nacional basado en la cooperativa
Jayena, Fuerte del Rey o Cabezas Rubias son tres pequeñas localidades de Granada, Jaén y Huelva, respectivamente. Rondan los 1.000 habitantes cada una. Allí nunca llegarán los Mercadona, Consum o Supersol, las principales enseñas de supermercados, pero las tres cuentan con autoservicios Covirán, como ocurre en cerca del 50% de los municipios andaluces.
Covirán, una cooperativa de distribución alimentaria granadina fundada en 1961, ha encontrado la fórmula para sobrevivir en el feroz mercado de la distribución alimentaria española y, no contenta con eso, está conformando un grupo de ámbito nacional presente ya en cinco comunidades autónomas.
'Somos líderes en el segmento de supermercados con menos de 400 metros cuadrados de sala de ventas', afirma el director general, Antonio Salas. A diferencia de los 1.000 metros cuadrados de media de los Mercadona o los 500 de Supersol, los autoservicios Covirán no llegan a 150 metros cuadrados de promedio. Un tamaño que les permite estar en localidades inferiores a 5.000 habitantes, donde la competencia no encuentra rentabilidad. Y en España hay muchas de esas poblaciones.
La otra diferencia con las grandes cadenas reside en su fórmula societaria. Covirán es una central de compras, asociada a Euromadi, que surte de género a sus cooperativistas, los propietarios de los supermercados y autoservicios.
Por eso Covirán apenas ofrece beneficios en su cuenta de resultados, 310.000 euros brutos el año pasado, sobre unas ventas de 271 millones. 'Las ganancias deben ser para el socio', afirma el presidente, Antonio Robles. 'La central de Covirán sólo pretende tener las cuentas equilibradas y ofrecer a sus socios los productos al mejor precio, además de todos los servicios que precisan para mantener la competitividad de sus negocios', explica Robles. Por eso el volumen real de Covirán lo constituyen los 450 millones de ventas estimadas de sus socios en 2002.
De esta forma, Covirán se ha convertido en la tabla de salvación para muchas pequeñas cooperativas de distribución y detallistas tradicionales, amenazados por el cierre o la venta a una gran cadena. Y con esa fórmula, la cooperativa granadina ha extendido sus redes, primero al ámbito andaluz y, ahora, al nacional.
Expansión nacional
Sólo en Andalucía, donde es la tercera empresa de distribución por sala de ventas tras Carrefour y Ahold, cuenta con más de 1.250 supermercados asociados, que surte a través de unas quince plataformas logísticas. 'En Andalucía es muy difícil crecer más', reconoce el director general. Por eso inició hace unos años su expansión por Murcia hacia el Levante y está sentando las bases para desembarcar en Portugal por medio de Huelva.
Pero su principal salto se produjo el año pasado con la absorción de las cooperativas Alcosant, en Cantabria, y Secuc (Guipúzcoa), a las que se añadió la navarra San Miguel a principios de este año. Entre las tres suman más de 450 nuevos puntos de venta que en breve llevarán la enseña Covirán, lo que eleva a 1.730 los establecimientos adheridos ya a la cooperativa granadina, con un potencial de ventas cercano a los 500 millones de euros.
'Estamos negociando nuevas absorciones, como una cooperativa de Vitoria, donde, si fructifica, construiremos una gran plataforma logística', indica Antonio Salas, 'y a partir de nuestros socios del norte queremos crecer desde Cantabria hacia Asturias y Castilla y León, y desde Navarra hacia Aragón y La Rioja. Tenemos ya peticiones de muchos detallistas y pequeñas cooperativas, incluso de Galicia', asegura.
'Estamos de moda', continúa Salas, 'porque somos la única opción de crecimiento para las pequeñas firmas familiares, pues otras fórmulas como la franquicia no funcionan bien en este sector'.