Las dotaciones por la Bolsa llevan a pérdidas a Munich Re y a Swiss Re
La caída bursátil más prolongada en los últimos 60 años ha hecho trizas, por segundo año, las cuentas de resultados de las dos principales reaseguradoras del mundo. Munich Re, la mayor del mundo, perdió 2.200 millones de euros en el último trimestre, aunque salvó el año por la venta de participaciones, sobre todo la de Allianz Leben, por la que ingresó 4.700 millones. Por ello, Standard and Poor's rebajó ayer la nota a largo plazo de AA+ a AA- con perspectiva negativa. La compañía cayó ayer el 9,3% en Bolsa.
A Swiss Re, incluso, le fue algo peor. La entidad suiza prevé recortar el dividendo por primera vez en casi un siglo después de anotar una pérdida de 91 millones de francos (61,7 millones de euros). La entidad, sin embargo, subió ayer un 6,3% después de anunciar que prevé obtener beneficios este año. Las compañías, como Allianz o Winterthur, han sufrido la expansión de las carteras de participaciones durante el boom de los noventa.
Este desplome les ha obligado a continuas provisiones para esas inversiones. De hecho, la Bolsa les ha afectado mucho más que catástrofes como la del 11-S, que ha causado daños por valor de 58.000 millones de dólares, según Bloomberg.
A Munich Re, además, le ha perjudicado el mal ejercicio de su inmensa cartera de participadas, lo que ha reducido sus ingresos por dividendos. Munich Re cuenta con intereses en 14 grandes compañías alemanas, incluidos colegas financieros como Allianz (21%), HVB (26%) o Commerzbank (10%).
Esta situación ha obligado a las compañías a reducir su exposición a la renta variable: de un 33,3% en 2001 a un 15% en la actualidad en el caso de Munich Re; y del 36% en 1998 al 9% actual en el de Swiss Re.
Buenas noticias en banca
Los dos principales bancos alemanes, por su parte, se salieron ayer del guión al que habían acostumbrado al mercado y anunciaron ayer buenas perspectivas para 2003. El presidente del mayor banco europeo por activos, Josef Ackermann, aseguró que 'los negocios han empezado bien en 2003 para el banco', lo que les hace confiar 'en futuros desarrollos del negocio'. Deutsche fue el único de los cuatro bancos privados que logró evitar pérdidas en 2002.
Uno de ellos, el Hypovereins, anunció ayer que prevé retornar a la senda de beneficios este año. Según su presidente, Dieter Rampl, el banco obtendrá un beneficio bruto de entre 600 y 800 millones de euros, después de haber perdido 868 millones en 2001.
Para ello, la entidad confía en la mayores reestructuraciones, como el despido de 2.000 empleados, que se sumarán a los 9.100 que ya ha anunciado.
Otra operación para reforzar recursos propios será la venta de hasta un 25% de su filial austriaca Bank Austria con el fin de ampliar su capital. El banco adquirió esta entidad en 2000. La filial tiene una cuota de mercado en su país del 28% y está muy orientada hacia Europa del Este.