Las Bolsas apenas se mueven una semana después del inicio de la guerra
Los analistas y operadores coinciden en que los partes de guerra son poco creíbles porque la propaganda lo inunda todo. Por eso, manda la intuición y la especulación con futuros en las principales Bolsas del mundo. Es el futuro del S&P, como siempre, el que dirige la orquesta, incluso cuando Wall Street está cerrada.
La especulación con futuros ha vuelto a adueñarse de la situación de los mercados. No podía ser de otro modo, porque el inversor final sigue ahora más ausente que nunca. Quienes siguen a pie de pantalla los movimientos de los índices ya no se sorprenden cuando éstos suben o bajan un 1% en cuestión de segundos. La jornada de ayer ofreció varios episodios en este sentido.
Ayer se cumplió la primera semana de invasión a Irak. En este intervalo, el principal índice del mercado español acumula un recorte del 0,46%. Otros mercados europeos como el Dax o el Cac han perdido un 1,37% y un 1,76%, respectivamente. En cuanto al Dow Jones y el Nasdaq, saldan el periodo con bajadas del 0,43%, 0,68%, mientras que el S&P ha perdido el 0,46%.
Estos balances indican que los inversores están donde estaban. Las Bolsas han descontado antes del inicio de la guerra que ésta iba a ser corta; ahora falta ver, esperar y actuar.
Si los futuros aciertan, la guerra será corta, aunque la Administración Bush advierte de una contienda más larga de lo esperado. En cualquier caso, para los mercados los muertos parecen contar poco. Sólo valen las cifras. El Ibex cerró ayer con una mejora del 0,31% y una de las cifras de negocio más bajas de las últimas sesiones (1.371 millones de euros). El Dax cedió el 2,15%, y el Cac, el 0,29%.
Hasta el último minuto no se supo si los índices iban a decantarse finalmente por las pérdidas o las ganancias. La debilidad de Wall Street en la primera hora de negociación ensombreció gran parte del ánimo de los inversores. El Dow Jones y el Nasdaq cerraron la sesión con caídas del 0,43% y del 0,68% respectivamente. La debilidad venía de la mano de las últimas referencias de la guerra, que no alentaban muchas esperanzas. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, dijo la víspera que el final de la guerra es imprevisible y que la batalla será mucho más dura a medida que las tropas se acerquen a Bagdad. También se especulaba ayer con una emboscada a soldados estadounidenses.
Las ganancias y las pérdidas alternaban en las compañías estadounidenses sin demasiado protagonismo. Valores como Valero Energy y Medtronic retrocedían algo más del 2%, mientras que Verizon o JDS Unipha ganaron alrededor del 3%.
Suben las petroleras
En Europa las petroleras prolongaban las ganancias gracias al avance del precio del petróleo, que se situaba sobre los 25,30 dólares. BP y Royal Dutch dijeron que prevén una mejora de los beneficios por este incremento de los precios debido a la guerra. Subieron el 1,66% y un 1,11%. Las aseguradoras, por el contrario presionaron a la baja. Allianz o Muenchener se dejaban el 6,75% y un 5,82%.
En cuanto a la Bolsa española, las compras se concentraron en 17 valores sobre los 35 del Ibex. Repsol (1,79%) y Banco Popular (2,48%) apuntalaron la ganancia del índice, pero fueron Inditex y Acerinox los dos que más subieron, el 2,98% y el 2,67%.
'La dependencia de las Bolsas del mundo de la evolución de los mercados norteamericanos sigue siendo determinante. Igual ocurre con el crecimiento económico. Que la economía de Estados Unidos va mal; el resto del mundo peor', dice José Luis Martínez, economista jefe en España de Citigroup.
'Las Bolsa viven su particular tormenta de arena. La ceguera es total, pero los futuros anticipan una victoria de Estados Unidos y sus aliados muy rápida. Quizá mañana la apuesta sea la contraria', dice Fernando Muelas, economista.
'Los datos económicos son cada vez más ambiguos. Y el tan deseado paquete de estímulo económico propuesto por el Gobierno Bush está encontrando más problemas de lo esperado', añade Martínez.
Hay expertos que comienzan a apostar por planes de acción concretos si la guerra se prolongar. El último corresponde a un asesor de Greenspan. Según este experto, antes de bajar los tipos de interés a cero se podrían considerar otros instrumentos: inyectar liquidez contra activos (en un abanico amplio de activos) e intervenir directamente para bajar los tipos de interés de largo plazo.
El desarrollo del conflicto en Irak sigue dirigiendo las sesiones bursátiles. Los datos macroeconómicos han pasado a segundo plano, aunque siguen engrosando la lista de análisis de los expertos.
Ayer se conoció que las ventas de vivienda nueva han caído un 8,1% en febrero y que los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos y el IFO alemán cayeron más de lo esperado.