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Demandas

La Eurocámara exige que se paralice la cesión a EE UU de datos de viajeros

Las autoridades de EE UU pueden acceder desde el 5 de marzo a las reservas de las líneas aéreas europeas para escrutar los datos de los pasajeros con destino a aquel país. Bruselas ha cedido a esta exigencia porque cualquier resistencia hubiera dejado expuestas a las compañías a sanciones. Las reacciones no se han hecho esperar. El Parlamento Europeo amenaza con impugnar el acuerdo ante el Tribunal de la UE y en Alemania ya se han registrado las primeras demandas de particulares.

El Parlamento Europeo contempla la posibilidad de denunciar ante el Tribunal de Justicia de la UE el acuerdo tácito suscrito entre Bruselas y Washington. Sólo una semana después de que EE UU comenzase a acceder al sistema de reserva de las compañías europeas, la Eurocámara ha aprobado una resolución cuyo texto, del que fue ponente el eurodiputado popular Jorge Hernández Mollar, advierte de esa posibilidad.

Precisamente, la Comisión de Libertades y Derechos de los Ciudadanos del Parlamento celebró anteayer una audiencia pública para escuchar a todas las partes implicadas y recordar a la Comisión y al Consejo de la UE, según Hernández Mollar, 'que seguimos vigilando'. El director de la Agencia Protección de Datos española, José Luis Piñar, que participó en esa audiencia pública, comparte la preocupación de los organismos europeos de protección de datos por las consecuencias de este acuerdo. 'Nadie duda de que tras el 11 de septiembre y con los acontecimientos que estamos viviendo es necesario acrecentar las medidas de seguridad, pero no podemos olvidar que el derecho a la protección de datos es un derecho fundamental', explica Piñar.

La agencia española, una de las más activas en esta cuestión junto a la francesa y la alemana, está integrada con otras agencias europeas en el denominado Grupo del artículo 29, que está siendo muy crítico con esta cuestión. 'Las autoridades de control no creemos que ese acuerdo garantice la protección de los datos. No sabemos, por ejemplo, qué se va a hacer con esa información o cuánto tiempo se va a conservar', resume Piñar.

Solución negociada

Por su parte, la Eurocámara exige que la UE y EE UU busquen una solución negociada sobre la transferencia de datos, que respete las normas europeas de confidencialidad y disponga de una sólida base jurídica.

El actual acuerdo fue producto de una imposición unilateral por parte de la Administración de George W. Bush y algunos juristas dudan de que sea jurídicamente válida. 'No se trata de un acuerdo ni de una decisión de la CE)', ha reconocido el comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein, cuyo departamento lideró los contactos con Washington. 'Por consiguiente, no dispone de base legal'. Varios pasajeros ya se han percatado de la dudosa legalidad de la transferencia de datos. Sólo en Alemania se han interpuesto 12 denuncias contra las líneas aéreas desde el pasado 5 de marzo.

Las compañías se encuentran de nuevo entre la amenaza de demandas de indemnizaciones -potencialmente millonarias- por parte de sus clientes o la posibilidad de sufrir represalias por parte de Washington. El castigo habitual, de momento, son largas colas en las operaciones de desembarque de los vuelos procedentes de Europa en los que las autoridades no han tenido acceso previo a los datos de los pasajeros.

'Y EE UU impone a las compañías una multa de 5.000 dólares por cada pasajero del que no se hayan transmitido los datos completos', indicó durante la audiencia pública el vicepresidente del grupo parlamentario de los Verdes, Jean Lambert.

En España, el director de la Agencia de Protección de Datos asegura que las compañías aéreas le han transmitido su preocupación. 'Las aerolíneas quieren cumplir con la legalidad y esta cuestión les causa preocupación', señala. En el caso de Iberia, la empresa ha colgado en su página web una breve nota en la que informa de la situación y afirma que la Comisión Europea ha tranquilizado a las compañías al transmitirles que cuenta con garantías de Estados Unidos 'sobre el uso apropiado de dicha información'. Según fuentes de la compañía, no se han recibido quejas o reclamaciones de los pasajeros sobre esta cuestión.

Por su parte, la Comisión sostiene que la solución lograda era la única factible en ese momento y asegura que EE UU se ha comprometido ha buscar a largo plazo otra más satisfactoria para ambas partes. Bruselas afirma, además, que las autoridades estadounidense se han comprometido a ceñirse a los datos rutinarios que normalmente aparecen impresos en los billetes de avión. Pero la duda flota en el Parlamento Europeo y en muchos aeropuertos.

Desde el pasado 11 de septiembre, Washington ya ha demostrado su voluntad de aplicar con rigor todas las medidas preventivas posibles. Las autoridades denegaron el permiso de volar al país a dos pilotos de la línea aérea egipcia, según reveló el diario The Wall Street Journal.

Las reservas contienen hasta 60 referencias del pasajero

El PNR (Registro del Nombre del Pasajero) es el nombre que las compañías aéreas dan a los archivos de datos que integran las reservas de vuelos. Esta información, a la que hasta ahora sólo tenían acceso miembros de la industria (desde la agencia de viajes hasta el sistema informático que acumula las reservas o el servicio de facturación del equipaje), está desde el pasado 5 de marzo a disposición de las autoridades de Estados Unidos en todos los vuelos con destino, origen o escala en su territorio.Pese a que la Comisión Europea ha reiterado que EE UU se ha comprometido a no utilizar datos sensibles, las dudas en este sentido no han hecho más que acrecentarse. Los datos que contiene el PNR abarcan desde el nombre y domicilio del pasajero hasta el número de su tarjeta de crédito (si no ha pagado en efectivo), el tipo de comida que degusta o si precisa de asistencia especial (por ejemplo, una silla de ruedas) para realizar el vuelo.Según la Comisión Europea, el número de datos registrados difiere de una compañía a otra, pero existen aproximadamente unos 25 campos con subdivisiones que alcanzan, en ocasiones, los 60. 'Son datos que pueden permitir realizar un verdadero perfil del viajero y que abarcan áreas especialmente protegidas por la legislación, como es la religión (identificable en ocasiones por el tipo de comida) o la salud', explica José Luis Piñar, director de la Agencia de Protección de Datos.Bruselas recuerda que los ciudadanos europeos disponen de recursos administrativos y judiciales para defender sus derechos si consideran que están siendo vulnerados en este ámbito y señala que las Agencias de Protección de Datos son los organismos más adecuados para canalizar estas denuncias. Pero, mientras tanto, los viajeros comunitarios continúan ignorando cuál es el destino de sus datos.

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