Caja Madrid triplicará este año la emisión de tarjetas de pago aplazado

Caja Madrid, la tercera entidad financiera con más tarjetas de débito del mercado y una cuota del 10%, quiere volcarse en las de crédito para ganar posiciones. Este año se ha marcado como objetivo emitir casi un millón de tarjetas más y llegar a los 5,5 millones. La prioridad es triplicar las de pago aplazado y duplicar el volumen de estas operaciones. Otro reto será lograr que los comercios impulsen las compras con dinero de plástico para que la facturación en establecimientos crezca un 15% este ejercicio.

El estrechamiento de márgenes y los menores ingresos por comisiones de fondos de inversión y valores por la crisis de las Bolsas han hecho que la gran banca española se vuelque en los medios de pago y en los seguros.

Caja Madrid, la segunda caja de ahorros del país, ha marcado muy claramente sus objetivos en este terreno después de un año de buenas cifras. La facturación de sus tarjetas alcanzó los 12.000 millones de euros y creció un 11%.

Tras alcanzar los 4,5 millones de tarjetas -3,3 millones de débito, lo que le da un 10% del mercado-, la caja quiere emitir cerca de un millón más este año.

El dato podría chocar a los expertos, que ya califican al mercado español como muy saturado (más de una tarjeta por habitante). Sin embargo, 'queda mucho recorrido porque podemos ganar tarjetas a la competencia y también ganar clientes dentro de la propia caja', señalan fuentes de la entidad madrileña.

Como muestra, el 30% de los clientes de la entidad en Madrid no tienen ni siquiera tarjeta de débito y fuera de este ámbito el porcentaje sube al 44%, 'lo que da idea del potencial de crecimiento', destacan.

En Madrid, el 40% del objetivo previsto ya se ha cumplido, influido por el hecho de que los primeros meses del año son más fructíferos en captación de tarjetas. En total, la caja tiene cinco millones de clientes con tarjeta activos.

El caballo de batalla para Caja Madrid, como para el resto de las entidades, es vencer la barrera cultural de los españoles, que se resisten a comprar a crédito. Pero este año la caja ha enfocado la actividad comercial de sus oficinas hacia los medios de pago y prevé triplicar el parque de tarjetas de pago aplazado, además de impulsar un 150% el volumen de los pagos de revolving (pago a crédito con intereses, como un préstamo).

El año pasado las tarjetas de crédito y revolving crecieron un 18,3% y sumaron 1,2 millones. Las de revolving aún representan una pequeña parte, aunque el año pasado se duplicó la emisión. Las compras con este tipo de tarjetas creció un 17%, hasta los 1.800 millones.

Un filtro a los comercios

Otra vía para impulsar los ingresos de tarjetas es lograr que aumenten las compras en establecimientos, que abonan una comisión a las entidades financieras. Caja Madrid prepara un plan para que la facturación en comercios se incremente más de un 15% este año. Santander Central Hispano también ultima una iniciativa similar.

Pero mientras el SCH empezará este año a hacer una criba de los comercios que no son rentables por su escasa aportación en compras con tarjetas, Caja Madrid ya aplicó este filtro con la entrada del euro, cuando retiró su terminal de pago a unos 12.000 establecimientos. Ahora cuenta con unos 80.000, sin contar grandes superficies.

En cuanto a productos, la caja seguirá impulsando la emisión de tres tarjetas: Maxitarjeta (que devuelve el 1% de las compras), Pago Fácil (con el pago aplazado a tres meses sin intereses) y la Premier (para un segmento medio-alto, con un tipo de interés del 13,8% anual).

Pero para este año prepara novedades. En cuanto a nuevas tecnologías, el pago por móvil empezará a despegar 'aunque hará falta tiempo para su desarrollo pleno', señalan fuentes de la entidad. Caja Madrid espera captar un mínimo de 15.000 clientes que usen la plataforma Mobipay, donde la caja tiene un 5% del capital.

La entidad financiera ultima, además, acuerdos con una gran empresa inmobiliaria y con una ONG (organización no gubernamental) para lanzar una tarjeta de afinidad (que ofrece puntos canjeables por descuentos o servicios), además de reforzar la del Club Mapfre del Automóvil. Asimismo prevé avances en el cambio de la banda magnética a las tarjetas con chip.

Caja Madrid ha cambiado recientemente el software de sus más de 4.000 cajeros automáticos, una operación que ha encargado íntegramente a NCR, el primer fabricante de terminales y soluciones financieras.